Las consecuencias de una de las épocas con menos lluvias registradas en España ya se están dejando sentir de diferentes maneras. Los embalses están entre el 15 y 60% de su capacidad, las peores cifras desde 1991 y el año hidrológico, según las previsiones meteorológicas no contribuye al optimismo. Se habla ya de la peor catástrofe ambiental a nivel energético, agricultor y humano del siglo XXI. Y para evidenciarlo de forma gráfica, el blog Magnet-Xataka ha publicado 16 fotografías que ponen de relieve algunos de los mayores problemas: desde infraestructuras inutilizadas a cultivos perdidos y suelos cuarteados y empobrecidos. El diario.es identifica, por su parte otros problemas menos visibles a nivel de imagen, pero que también está causando la sequía, empezando por la contaminación y la subida del precio de la luz.


En las imágenes de Magnet, se puede comprobar el preocupante aspecto que tienen pantanos como el del Ebro, el de Segura, el de Barrios de Luna, el de Negratín-Almanzora o el de Sacedón, entre otros. Las cuencas que en peor estado están y que oficialmente han sido declaradas en «emergencia» son la del Segura, al 14,3% de su capcaidad, Júcar, 26% y Duero 32.2%. También preocupa la del Miño-Sil, al 42,2%. Aunque la sequía también ha sacado a la luz vestigios de viejos pueblos inundados y permitido recorrer y retratar lugares del pasado perdidos y olvidados.Algo que ya había llamado la atención de medios internacionales.

Pero la sequía también está teniendo consecuencias en otros campos. Así acaba de saberse que el precio de la luz ha vuelto a subir y está en su máximo anual, en parte por la falta de lluvias. Esto afecta a la generción hidroeléctrica que es la fuente energética más barata del pool español y que se ha reducido un 49% en este 2017 con respecto al año anteior. La sequía también está perjudicando la calidad del aire, ya que la lluvia ayuda a limpiar la contaminación, especialmente en las grandes ciudades. De hecho ahora, Madrid ha vuelto a declarar el nivel 2 de emergencia por polución, adoptando las medidas restrictivas presvistas en el protocolo. Y se teme además que aumenten los ingresos hospitalarios por el empeoramiento de la calidad del aire.

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