Antonio García Sampaio, de la Agencia Lusa asegura en radiocable.com que es difícil conocer y transmitir la dimensión real de la complicada situación que vive España. Pero cree que no se puede estar, a la hora de tomar decisiones, tan pendientes de la prima de riesgo. Y explica, desde la experiencia portuguesa, los primeros pasos y consecuencias de un rescate. «España debe tratar de evitarlo a toda costa» y para ello recomienda más transparencia.

Antonio Garcia Sampaio

Antonio García Sampaio asegura que «la situación en España es muy difícil pero además como periodista es muy complicado transmitir en mi país la dimensión real del problema: no se sabe cuanto va a costar recapitalizar el sector financiero, ni si éste es el mayor problema o lo es el déficit de las autonomías…»

Y sobre la prima de riesgo advierte que «nunca se puede generar suficiente confianza en los mercados por que por su propia naturaleza, ellos ganan con la inestabilidad… y no podemos como países, ni como Unión Europea cuando se trata de tomar decisiones que no tienen un efecto inmediato, estar tan pendientes de la prima de riesgo. A lo mejor se están tomando medidas que tendrán un efecto muy bueno en el medio plazo, pero no influyen en la prima de riesgo». Y destaca que solo la intervención del BCE tiene influencia clara sobre ella.

Con la experiencia de lo vivido en Portugal, el corresponsal explica que las primeras consecuencias que se ven en un país tras un rescate son una «severa limitación del margen de decisión del gobierno. Tienes una hoja de ruta fijada por la troika -FMI, BCE y Comisión Europea- que evalúan regularmente hasta qué punto se han cumplido las metas y dan más dinero». Pero resalta la crítica a este sistema que, por la experiencia de los rescates en Europa y America Latina, muchos hacen: «las recetas de la troika no necesariamente son las más eficaces para arreglar los problemas».

Antonio García Sampaio cree que «España tiene que evitar a toda costa el rescate porque eso lo que haría es transformar lo que están siendo medidas de austeridad muy duras en una pesadilla. Eso es lo que está pasando en Portugal. La realidad de la economía privada y general de Portugal es hoy muy negativa». Y habla de reducciones de sueldo a los funcionarios cercanas al 30% y de medidas «muy duras y de muy difícil cumplimiento». Y para tratar de evitar el rescate a su economía espñaola considera que «debe haber más transparencia y más comparecencias públicas para explicar lo que se está haciendo».

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