Rosa Regas y Cesar Antonio MolinaEl desembarco del nuevo Ministro de Cultura está siendo el más duro de todos los nuevos nombramientos y en pocas semanas ha protagonizado varios enfrentamientos por los ceses e incorporaciones que ha provocado. El más agrió está siendo el que mantiene con Rosa Regas, la ya ex directora de la Biblioteca Nacional.

La escritora anunció su dimisión después de una reunión con Cesar Antonio Molina que le reprochó que en sus tres años al frente de la institución «no había hecho nada«. La salida de Regas coincidía con el descubrimiento del robo de dos manuscritos de la Biblioteca Nacional. Molina declaró luego que le parecía «sano» que la directora asumiera responsabilidades antes los hechos ocurridos, ligando la dimisión al robo y destrozo del material ahora descubierto. Y de paso aprovechó para negar haberle dicho a Rosa Regas que no había hecho nada.

[AUDIO] La escritora ha replicado con unos comentarios en Catalunya Radio en los que acusa a Cesar Antonio Molina de haber entorpecido la investigación del robo. En concreto la escritora asegura que el ministro la obligó a informar del suceso en rueda de prensa «contraviniendo una orden de la Guardia Civil» que había pedido que no se diésen  más noticias del robo a la prensa. Rosa Regas también ha asegurado que ya saben quien es el ladrón de los mapamundis.

Lo curioso es que nada más producirse el nombramiento de Molina como nuevo Ministro de Cultura, Rosa Regas declaró que la designación era «fantástica«, recordó que ambos «nos conocemos mucho» y se mostró convencida de que haría un gestión impecable.

Cesar Antonio Molina por su parte ha dicho que a partir de ahora aplicará mano dura en su gestion al frente de Cultura y viene a confirmar algunas de las cosas que ya advirtió el corresponsal del Frankfurter Allgemeine Zeitung en su artículo: ??El que se celebra a sí mismo diez veces?.

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