La han apodado la «Kill Gays Bill» (la ley mata homosexuales) y la ONU, los colectivos LGTBI y las ONGs que defienden los derechos humanos la señalan como «una de las peores legislaciones del mundo», pero el Parlamento de Uganda ha dado luz verde este 21 de marzo a una norma que eleva a diez años de cárcel las penas por relaciones entre personas del mismo sexo en el país y para quienes se identifican como LGTBI e incluso prevé la pena de muerte para casos de «homosexualidad agravada».

En Uganda, la homosexualidad ya era ilegal, pero ahora además, se ha aprodado un proyecto de ley que endurece aún más la legislación y considera delito simplemente identificarse como persona LGTBI. Podrán ser condenadas a 10 años de cárcel. También se proponen penas de cinco años de prisión a quienes intenten «promocionar» la homosexualidad. Y se afirma que la pena de muerte puede invocarse en casos de «homosexualidad con agravantes», término amplio utilizado en la legislación para describir actos sexuales cometidos sin consentimiento o bajo coacción, contra niños, personas con discapacidad mental o física.

Tras seis horas de debate, el Parlamento ugandés dio luz verde por amplia mayoría a la norma entre comentarios homófobos. Una de las parlamentarias llegó incluso a pedir la castración contra las personas homosexuales, mientras otro apuntaba que «un hombre solo debe sentirse atraído por una mujer».

Ahora el nuevo proyecto de ley debe ser ratificado por el presidente del país, Yoweri Museveni, quien calificó recientemente a los homosexuales como «desviaciones de lo normal» y acusó a Occidente de querer imponer esa inclinación sexual en África, donde unos 30 países prohíben en la actualidad la relaciones entre personas del mismo sexo. Este es uno de los principales argumentos de los partidarios de la nueva ley que afirman que es necesaria para castigar una gama más amplia de actividades LGTBI, que según ellos amenazan los valores tradicionales de esta nación conservadora y religiosa y donde el sentimiento anti-LGTBI está profundamente arraigado.  

En 2014, los legisladores ugandeses aprobaron un proyecto de ley, impulsado por Museveni, que pedía cadena perpetua para los homosexuales, pero el Tribunal Constitucional del país acabó anulando el texto legal. Ahora los colectivos LGTBI y las ONGs están intentando que la presión internacional evite que esta ley sea firmada por el presidente ugandés y entre en vigor. Incluso, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, se ha manifestado al respecto. 

linea

Radiocable.com y su programa La Cafetera se financian con las aportaciones de lectores y oyentes. Necesitamos tu ayuda para sobrevivir. Si te gusta el periodismo que defiende el programa y sientes que te acompaña, hazte suscriptor-mecenas aquí.

linea

Print Friendly, PDF & Email