«Para la mayoría de la gente, la contaminación acústica es el rugido del motor de un avión sobre su cabeza. Pero para una mujer española, contaminación es un vecino tocando el piano. La mujer ha llevado a los tribunales a sus vecinos -una pianista de 27 años y sus padres- y ahora la fiscalía pide enviar a los tres a la cárcel, acusados de causar daños psicológicos durante más de siete años por culpa del ruido que hacía la joven cuando ensayaba».

 


(Foto: flickr/Ron Photo 2)

 

«En un país conocido precisamente por su exuberante ruido, el caso ha levantado expectación. Es común el caso de vecinos se quejan con frecuencia del ruido de la calle o de los bares, pero que la fiscalía solicite penas de prisión para alguien que practica tocando el piano es algo completamente nuevo«.

«En el juicio, celebrado en el nordeste del país, en la ciudad de Gerona, Sonia Bosom alega que, desde 2003 a 2007, sufrió contaminación acústica en su casa de Puigcerdá  cinco días a la semana, ocho horas diarias que son las que dedicaba a ensayar la acusada, Aladí Martín. Martín, de 27 años, por su parte niega que tocara en casa a menudo, y asegura que ella tomó clases regulares en otras ciudades. Además declara que tocaba en casa sólo los fines de semana».

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