El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Emilio Silva, analiza la figura de Antonio Vallejo-Nájera y el gen rojo en La Cafetera de radiocable.com. Este psiquiatra obtuvo parte de su formación en la Alemania de los años 20, donde emergía el nazismo. Al iniciar la guerra civil, cuenta Silva, con toda la población carcelería que estaba acumulando el ejercito golpista, Vallejo-Nájera propuso aprovecharlo para hacer un estudio sobre la raza española.

Vallejo-Nájera

ARMH

Entonces, Vallejo-Nájera «propuso a las autoridades franquistas hacer un estudio para supuestamente verificar que había una parte de la sociedad española que deterioraba nuestro biotipo». El argumento que utilizó era «plenamente político». Defendía que, durante los años de la Segunda República, se había mezclado a la sociedad y entonces estaba menos clara la diferencia entre españoles puros e impuros- explica Emilio Silva.

Finalmente, las autoridades franquistas le autorizan a hacer el estudio y se centra en un estudio de mujeres y otro de hombres. Para el de hombres, en buena parte trabaja en un campo de concentración de una población cercana a Burgos, donde había muchos brigadistas. Allí estudia los «tipos de marxistas, por diferencias nacionales». Fue buscando lo que llamaba «el gen rojo». Y, en el fondo, «trató la cultura democrática como una especie de epidemia».

Además, «decía que el hecho de que los niños crecieran en un ambiente democrático al final estaba degenerando el biotipo español». Así, «achacaba a las mujeres el origen de esa degeneración». Entonces, en la cárcel de mujeres de Málaga hizo una buena parte de sus trabajos que terminaron con su obra Eugenesía de la hispanidad y regeneración de la raza.

A partir de esos estudios «propone que esos niños tienen que salir de ese ambiente democrático» para que no se conviertan en «una especie de virus que vuelva a degenerar la raza española». Entonces «se les confina con familias católicas y se crea el auxilio social, una especie de miel para atraer a los niños empobrecidos».

Desde la ARMH destacan cómo en La locura y la Guerra: psicopatología de la guerra española Vallejo-Nájera abogaba por la separación de hijos de padres marxistas, aludiendo que «la segregación de estos sujetos desde la infancia podría liberar a la sociedad de una plaga tan temible».

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