La corresponsal de Il Mattino e Il Messaggero apunta en radiocable.com que el caso del Canal de Isabel II -junto con los escándalos anteriores de Gürtel, Púnica, etc- evidencian una «trama de corrupción sistémica» similar a la que se dio en Italia en 1992 y que originó el proceso bautizado como Tangentopoli que acabó con estas prácticas y derribó incluso a los dos grandes partidos políticos de la época. Otros corresponsales también han hecho esta comparación. Pero Paola del Vecchio también ve diferencias entre los dos países. Una de ellas es la falta de separación en España entre el poder político y el judicial, que pone en riesgo la independencia en las investigaciones que fue fundamental en Italia.

También señala que se ve falta de medios y herramientas en los jueces y fiscales para llegar al fondo de los casos. Y recuerda que en su país el hecho diferencial fue que los empresarios se atrevieron a denunciar la trama y a declarar, mientras que en España apenas ha habido casos aislados y cree que falta un movimiento social que involucre a toda la sociedad para que haya una regeneración del sistema.

Paola del Vecchio asegura que lo que evidencia la nueva investigación del Canal de Isabel II es «la existencia de una trama de corrupción, presunta de momento, en la que aparecen no solo el presidente de la Comunidad de Madrid, sino también una presunta implicación del director de La Razón y del presidente del grupo y además del fiscal jefe anticorrupción. Y eso es un poco lo que se evidenció en la Tangentopoli en Italia en 1992 cuando empezó una investigación sobre el presidente de un orfanato, Mario Chiesa, y se esclareció una trama de corrupción sistémica que involucraba a varios niveles a los partidos políticos y el gobierno, pero también empresarios.»

Pero señala una diferencia entre lo que se vivió en Italia y lo que está sucediendo en España: «Creo que estas investigaciones vuelven a evidenciar un problema de fondo aquí: la falta de separación entre el poder político y el judicial. Y esto pone en riesgo la independencia de la investigación judicial que en Italia fue fundamental para llegar a la época de la tangentopoli y acabar con la corrupción y con los principales partidos políticos de la época, la Democracia Cristiana y el Partido Socialista de Betino Craxi. En España ha habido un movimiento de protesta y de indignados y se han creado nuevos partidos, como Podemos o Ciudadanos. Pero a mi parecer no se ha llevado a cabo la renovación o regeneración de los partidos políticos.»

La corresponsal asegura en cualquier caso que en España este proceso es más complicado porque «La investigaciones como la del caso Gürtel tardan años y años en llegar a juicio. Y muchas veces acaban con la prescripción de los delitos. Por eso hay cierta sensación de impunidad.» En este sentido apunta a que hay otro problema añadido en España: «En Italia se crearon y reforzaron las fiscalías anticorrupción porque se trata de investigaciones muy amplias y complejas que no puede hacer un juez en solitario. Aqui en cambio parece que la investigaciones anticorrupción se paran a mitad del río, porque los jueces no tienen medios, ni instrumentos suficientes, ni herramientas legislativas para favorecer que se haga una limpieza de fondo del sistema político.»

Paola del Vecchio también ve otros aspectos diferentes: «En Italia, un hecho diferencial fue que los propios emprendedores y empresarios denunciaron la existencia de esas tramas de corrupción y se atrevieron a declarar. Hubo incluso legislación para premiar a quienes denunciaron. Aqui en España, en cambio las denuncias se han limitado a unos pocos casos aislados. Aqui aún hay mucho camino por hacer. Y habría que tener un movimiento social que involucre a toda la sociedad en la dirección del cambio. No sólo unos pocos partidos o parte de la sociedad, sino toda la sociedad tiene que tener la voluntad de luchar contra un sistema de corrupción que ya parece sistémico. Antes se decía que eran hecho puntuales, pero lo que se está viendo en estos últimos años es que no son puntuales, son más bien sistémicos.»

Paola del Vecchio es corresponsal de Il Mattino en España desde 2004 y también de Il Messaggero desde 2013. Anteriormente trabajó para Il Mattino desde Italia y durante once años en la agencia de noticias transalpina ANSA.

 

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