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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

Hablábamos antes de algunos de los asuntos concretos a los que se refirió el expresidente Felipe González en su entrevista de ayer con Iñaki Gabilondo.

Fue muy interesante la acogida que tuvieron sus palabras, por ejemplo en mi perfil de facebook. Elijo unos pocos:

«no ha sido una entrevista de trámite, preguntas directas y respuestas directas, sin eufemismos ni abstracciones. Lo que se necesita escuchar. Lo habrán escuchado?» -decía Susana

No se puede votar por González? ¿Por qué Zapatero no habla así de claro? -Decía Manuel

Estuvo muy bien cuando comentó que los que ahora nos están diciendo que tenemos problemas con el déficit público, en parte, buena parte es por ir a rescatarles, y encima no camban el sistema que nos llevó a todo esto. -decía Miren.

Desde luego González tiene un carisma fuera de toda discusión. El expresidente, sin embargo, hizo reflexiones similares a las que hace Zapatero. De hecho respaldó su política, aunque fue capaz, eso sí, de marcar unos objetivos de autoridad:

«se mostró partidario -dicen las agencias de prensa- de que las comunidades autónomas que han planteado un recurso de inconstitucionalidad puedan quedar al margen de esta reforma, «pero no así del Banco de España» -lanzó a modo de advertencia.

Lo que significa que el gobierno debe amenazar solemnemente a las Comunidades Autónomas que no obedezcan a las nuevas necesidades del país, sean del PSOE -insinuó- o del PP.

Sería impreciso decir que Zapatero no tiene «autoridad». En tiempos de crisis ningún político tiene demasiada pues los ciudadanos exigen soluciones inmediatas imposibles.

No solo la economía está en crisis cuando la crisis acecha. Las instituciones, las empresas, la justicia, la vida interna de los partidos, los líderes…todo se tambalea a ojos de la opinión pública.

Añadamos a eso unos medios de comunicación sedientos de poder, y un sistema financiero que -como dijo Felipe González- se permite el lujo de decirnos lo mal que va nuestro déficit, cuando precisamente va así, porque hemos tenido que salir a su rescate… y el resultado es el que vemos.

Es, por tanto, un regalo contar con una figura como la de Felipe González, indemne a la crisis general de valores.

No creo que González deba presentarse a Presidente en lugar de Zapatero. De hecho creo que Zapatero es un buen líder político, que defiende la protección social hasta la extenuación. Un privilegio en un momento como este, que la historia le reconocerá.

Si pienso, sin embargo, que no estaría mal que Zapatero escuchara a Felipe González y capitalizara su capacidad de liderazgo. No hablo por supuesto de cargos, ni políticas de partido, ni de estrategias electorales. González jamás aceptaría una invitación de esa naturaleza, como es natural. Hablo de otra cosa.

Sr. Zapatero, llámele a Moncloa, escúchele. Aproveche su capital y sus conocimientos. Eso tranquilizará a mucha gente.

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