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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

Zapatero ha anunciado que no será candidato, que agotará la legislatura y que habrá primarias tras las elecciones del 22.

Para hacer el anuncio ha elegido el mejor momento, con sorpresa y cargado de convicciones:

«y lo voy a hacer donde siempre pensé que debía, aquí ante vosotros» -dijo rememorando la despedida de Felipe González

Es una decisión coherente con su forma de entender la política. Primero el país, luego el PSOE y muy importante, también, su familia. Después todas esas otras consideraciones importantes y legítimas en la vida: el futuro, la incertidumbre personal, las ambiciones, etc..

Zapatero había manifestado a su familia ya hace mucho tiempo que solo estaría en el gobierno dos legislaturas, aunque lo condicionaba al bien del pais. Cumple así con su convicción y cumple con su visión sobre España y la soberanía popular.

En su discurso, Zapatero ha dado además el pistoletazo de salida a las primarias. Las primarias son, lejos de lo que pueda parecer, el mayor capital político que tiene el PSOE actualmente. Agitan la vida política, dan herramientas a los ciudadanos y permiten dar a conocer las propuestas de cada candidato. Pensar que son un peligro o una rémora es tener una mirada muy pobre de la democracia, como le ocurre al PP.

Las primarias, además, ayudarán muy probablemente a movilizar al electorado ante las próximas elecciones.

Ahora Rubalcaba y Chacón podrán enfrentarse en esas primarias. Ambos son excelentes candidatos. De un lado, Rubalcaba, heredero de la forma pragmática de entender la política de Felipe González, y de otro lado Carmen Chacón, la modernidad, heredera del Zapatero más social de la primera legislatura.

Al PP se le abre por su parte una etapa de desconcierto. No saben quién será su contrincante y en Génova son conscientes de que ahora el PSOE y sus movimientos internos marcarán la agenda política las próximas semanas. Un acierto, en términos políticos, por tanto.

La historia dirá que Zapatero ha sido un buen presidente, coherente, social y conciliador pero acosado por la situación global y acosado también por una oposición dura y marioneta de los medios mas radicales.

La historia hará justicia. Cosa que no pueden decir todos los expresidentes.

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