A Steve Schmidt se le consideraba un segundo Karl Rove. De hecho fue uno de los protegidos del famoso «arquitecto» de Bush. Muchos republicanos se frotaron las manos cuando supieron que él iba a ser el número dos de la campaña de John McCain y el encargado de la estrategia de comunicación. Ahora en una entrevista para The Daily Beast, Schmidt hace una especie de «autopsia» de la campaña y considera que uno de los peores y más frustrantes problemas que tuvieron fueron… las filtraciones a la prensa. Especialmente sobre Sarah Palin.

John McCain y Steve Schmidt
(Foto: Flickr/Sgt Hulka)

La periodista Ana Marie Cox le hace notar que a pesar del impacto que tuvo la elección de la gobernadora de Alaska para frenar el empuje de la campaña democrata, se ha discutido hasta la saciedad sobre «lo mala que fue esa elección». Y lo llamativo es que muchas de esas críticas salieron de dentro de la campaña de McCain. A lo que Schmidt responde:

Una de las cosas que fue muy frustante en la campaña y de la que hablamos mucho Rick Davis (el director) y yo fue del nivel de filtraciones que tuvimos. Hubo más de ocho o nueve personas que lo hacían y enseguida leíamos en Politico u otros blogs detalles exactos que relataban como habían sido las reuniones y discusiones. Y es muy dificil llevar una campaña política a cualquier nivel cuando ese es el ambiente que existe. Fue la primera vez en mi carrera que he trabajado en esas condiciones. Fue un gran problema y una constante fuente de frustración para quienes dirigíamos la campaña».

Y ante los comentarios de que esas filtraciones se siguen produciendo… Steve Schmidt solo acierta a decir que es algo muy triste de ver…

Lo llamativo es que en contraste, la campaña de Obama ha sido modélica en este sentido. En dos años no ha habido ningun filtración interna. Aunque esto puede cambiar con la elección de su jefe de gabinete. De hecho la única nota discordante en esa «perfección» fue la de que le habían ofrecido el puesto a Rahm Emanuel, noticia que se conoció antes del día de las elecciones. Y los periodistas que mejor conocen a este demócrata que será el fontanero de Obama están convencidos que la filtó el mismo. Por eso avisan que a partir de ahora puede haber más.

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