El semanario británico sostiene en un artículo que: «La salida de cerebros fuera de España será principalmente un beneficio». Destacan que la emigración de trabjadores cualificados durante la crisis quitará presión al Estado y si regresan reactivarán la economía española.

Investigadora en laboratorio
(Foto: Flickr/Csandcom)

The Economist asegura: «La migración golpeará a muchos como un tratamiento desagradable, desde luego. Pero el boom en las ciudades industriales de Alemania hace que estén desesperados por encontrar ingenieros cualificados y cuidadores para su población envejecida».

Y explican que muchos ingenieros españoles están respondiendo a esa llamada: «sería un problema si todos decidieran permanecer en Alemania de forma permanente. Sin embargo, es probable que muchos regresan a casa, una vez superada la crisis, ya que las barreras lingüísticas y culturales siguirán existiendo. La pérdida de algunos trabajadores a Alemania puede ser un precio que merece la pena pagar para evitar un fenómeno económico desagradable económica: la histéresis. Los ingenieros españoles que trabajan en Alemania, beneficiarán no sólo a la economía alemana, si no también a España.»

El texto considera que: «A corto plazo, la migración quita la presión sobre los presupuestos nacionales. Además, los desempleados españoles que decidan emigrar, no tendrán que reclamar beneficios. A largo plazo, habrá un grupo de trabajadores altamente calificados que decidan no quedarse en otros países y volver a España, por lo que contribuirán a reactivar la economía española una vez superada la crisis. Lo que algunos llaman como ??fuga de cerebros?, de hecho puede ser una situación muy favorable para las economías europeas.»

[Leer el artículo completo en The Economist]

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