La Cadena Ser se hace eco de la reclamación de un paciente seropositivo por haber sido programado el último en una cirugía de catarata. A pesar de que el locutor advierte y reconoce no tener ni idea de medicina, no duda en aventurar la maldad intrínseca y xenófoba de la Sanidad Madrileña.

Me digo yo que se podían molestar en preguntar a alguien y enterarse de por qué se toma esa decisión, que es protocolo en todos los hospitales del mundo.

Si bien es cierto que el HIV es una infección poco infeccionsa, dificil de transmitir o contagiar en una cirugía de catarata, no es imposible, y debemos recordar que no tiene tratamiento curativo. Asombrosamente, la Cadena Ser mal entiende los datos de la ONU respecto de que el HIV es una infección transmisible pero no contagiosa, perdiendo el matiz de un debate interesante de fondo. Lo que la ONU quiere decir, por buscar una nomenclatura políticamente correcta, es que si bebemos del vaso de un mismo vaso no nos contagiaremos, pero si compartimos cuchillas sí. En cambio esta distinción no gusta a todo el mundo.

Los enfermos de enfermedades infecciosas son siempre programados los últimos, por la simple razón de que se minimizan los riesgos de contaminación quirúrgica. Los riesgos no solamente se asocian a las personas, que comenten errores; sino también a errores de máquinas de esterilización, de limpieza, de enfermedades no declaradas por los pacientes, de mil etcéteras.

Si la noticia era que insultaron al paciente, que es distinto de sentirse insultado, pues que así sea (y seguramente se podría enfocar no a la gilipollez intrínseca de nadie, si no a que cobran cuatro duros); pero enfocarla por el lado de cómo se programa un quirofano, que es un proceso bastante complejo, para darle en los morros a Aguirre, es simplemente amarillismo impropio de Cadena Ser.

Sigamos mal hablando de la Sanidad Pública, con falta de precisión y seriedad, y ya vereis lo que nos dura.

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