La nueva época que se abre en Cuba tras la muerte de Fidel Castro y el papel que está jugando y el que podría o debería jugar España son analizados en la red por periodistas, políticos, empresarios y ciudadanos. Se menciona la polémica por el nivel de la representación diplomática enviada para los funerales de Castro, encabezada por el Rey Emérito Juan Carlos y un secretario de Estado, que algunos han considerado excesiva, pero que otros muchos consideran escasa dados los intereses empresariales que tiene España en la isla. También se apunta que dados sus vínculos con Cuba, España podría ser «pivote» para las relaciones de la época post-Fidel, pero para ello debería recuperar la influencia que ha perdido en los últimos años y abandonar el modo «media distancia» que ha caracterizado a la política exterior reciente hacia Cuba.

Jose Antonio Zarzalejos: «España ha estado en la media distancia: no ha sido de los primeros países en ponerse al frente de la apertura (lo ha hecho antes Francia, por ejemplo), pero ya en mayo de 2016 los ministros de Exteriores y Cooperación y la de Fomento viajaron a La Habana y, recibidos esta vez por Raúl Castro, establecieron un marco de relación económico favorable para Cuba e interesante para las empresas españolas de hostelería e infraestructuras (el 40 % de las plazas hoteleras en la isla las proporciona empresas españolas). Será necesaria en el futuro inmediato una visita del Rey y del presidente del Gobierno español para consagrar una nueva etapa de colaboración.»

(Foto: Flickr/Jordimartorell)

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