La impresora 3D Reprap

Era la última pieza que faltaba para apuntalar la revolución del fabbing. Se llama Reprap y es la primera máquina que construye objetos tridimensionales… pero además es capaz de hacer réplicas de sus propios componentes. Así las impresoras 3D pueden ir autoreplicándose hasta el infinito y cambiar la forma de producción actual en la sociedad: cualquiera podrá fabricarse sus propios objetos o lo que necesite desde casa.

El movimiento social que promueve los medios de producción unipersonales o fabbing venía soñando con una máquina autoreplicante desde hace tiempo. Ahora el primer prototipo se presenta en una feria científica en el Reino Unido. La Reprap – abreviatura de Replicating Rapid Prototyper- ha sido desarrollada por un equipo multinacional dirigidos por el ingeniero británico Adrian Bowyer desde la Universidad de Bath.

 

 

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El software además es de código abierto, con idea de que las modificaciones y mejoras sean constantes. Pero sobre todo es un logro para abaratar estas máquinas que permiten construir físicamente objetos diseñados por ordenador: desde una percha hasta una mesa, pasando por piezas de recambio o un reloj. Si hasta ahora el precio de estas impresoras 3D rondaba los 3.000 euros, gracias a la revolución del Reprap se podrán construir réplicas por un coste aproximado de unos 400 euros.

David de Ugarte, uno de los grandes defensores de este movimiento social, ya advertía de cómo podía ser el futuro: «es poco probable que cada uno tenga una de estas impresoras en casa, pero es posible que haya tiendas como las de revelado de fotos a las que puedas asistir con tus planos y ellos construyan tu invento».

 

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