Santiago M. Vicente, responsable del blog A la sombra del tomate, se queja de que las balanzas fiscales entre comunidades autónomas publicadas estos días son una fotografía demasiado estática y no reflejan la realidad. El vive en Miajada, la capital europea del tomate, y explica que allí se lleva a cabo todo el sistema de producción y transformación, sin embargo la empresa que lo comercializa tiene el domicilio fiscal en Cataluña… y eso significa que el valor añadido sólo computa en la balanza catalana. Y algo parecido ocurre con la central nuclear de Almaraz, cuya sede está en el País Vasco.

Santiago Vicente

Para Santiago Vicente debería replantearse la forma de calcular estas balanzas ya que sólo tienen cuenta donde se pagan los impuestos y no reflejan la realidad de muchos bienes y productos. Y además del bote de tomate, cita el ejemplo de la central de Almaraz. Extremadura carga con los riesgos y toda la producción, pero la riqueza solo computa en Euskadi. Y además el 90% de la energía se consume fuera de la comunidad. Por eso explica que los políticos locales sólo contemplaran prolongar la vida de esta industria, si se traslada el domicilio fiscal a tierras extremeñas.

El blogger también considera que si se van a utilizar las balanzas fiscales para reclamaciones nacionalistas y para renegociar la financiación autonómica habría que reconsiderar algunas cosas. Y quizás habría que empezar a considerar algunas operaciones como importación y exportación entre comunidades y actuar en consecuencia.

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