El periódico francés Les Echos publica un análisis de Jessica Berthereau titulado «España: el rescate o el caos» Para la autora, «España es demasiado grande para caer e, igualmente, demasiado grande para ser salvada a la manera de Grecia, Portugal e Irlanda»

El texto apunta que «Lo peor está por llegar para Mariano Rajoy» al que la recesión y el incremento del paro, que «obligarán a tocar las pensiones» para poder respetar el objetivo de déficit del 6,3% del PIB en 2012

«Los analistas consideran que sus necesidades de financiación a tres años son al menos de 300.000 millones de euros. Si bien hay quien cree que la eurozona puede resistir una salida de Grecia del euro, son muy pocos los que sostienen que sobreviviera a una vuelta de España a la peseta y a la suspensión de pagos monstruosa que le seguiría.

A posteriori, este chantaje parece ser un juego peligroso y vano. De facto, el país ya está gobernado por los hombres de negro??. Las medidas anunciadas a comienzos de verano no hacen más que responder a las recomendaciones de Bruselas y del FMI. Lo peor está por llegar para Mariano Rajoy que, a comienzos de su mandato, revalorizó orgullosamente las pensiones: la recesión y el incremento del paro, que reducen los ingresos fiscales e incrementan los gastos sociales, lo obligarán a tocar las pensiones para poder respetar el objetivo de una vuelta al déficit del 6,3% del PIB en 2012.

El incremento de los tipos de interés en los mercados amenaza con reducir a la nada los esfuerzos de austeridad del país y los sacrificios de la población española. España tiene que tener rápidamente acceso a los mecanismos de socorro de la eurozona que podrían comprar obligaciones soberanas en el mercado primario mientras que el BCE lo haría en el mercado secundario. S&P y Fitch no ven en esto más que ventajas: permitir que el país continúe financiándose en los mercados a un coste razonable mientras espera que las reformas estructurales que tiene que emprender para recuperar la competitividad den sus frutos y obtener un respiro temporal que le permita reconquistar la confianza de los inversores.

Para que este método funcionara, se hace preciso que el BCE saque ??su última alma?? no fijando ni límite temporal ni cuantitativo a su nuevo programa de compra de obligaciones en el mercado secundario, según argumenta el gobierno de Mariano Rajoy. Los españoles consideran que la mayor parte de su prima de riesgo está vinculada a la anticipación de los inversores a un riesgo de estallido de la eurozona y de la vuelta a las monedas nacionales. En este caso, solamente un compromiso sin límites a favor del euro puede tranquilizar a los inversores.

Con gran desilusión de los alemanes, el BCE ha validado esta visión, admitiendo la existencia de un ??riesgo de convertibilidad??, considerado inadmisible en una unión monetaria. Si se sigue esta lógica, una salida de Grecia del Euro reintroduciría completamente este riesgo. Según S&P eso desembocaría en una aceleración de las huidas de capitales de España y de otros países denominados periféricos?? imponiendo para mucho tiempo unas condiciones de financiación insostenibles a los sectores público y privado españoles. Un auténtico escenario de catástrofe cuando la deuda del reino roza los 1.000 millones de euros.»

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