Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Noventa y cinco mil parados más en septiembre. El dato es malísimo, agravado por el hecho de que no se ve el fondo del agujero y empeorado, si cabe, porque nadie, ni en España ni en el mundo, parece tener la menor idea de qué hacer. Entendemos la gesticulación de quienes gobiernan y de quienes aspiran a gobernar, cumplen aseadamente con su deber profesional pero no pueden disimular que están tan perdidos como nosotros. Y fuera de casa, todo es igualmente errático. El Senado americano aprobó la megaoperación rescate y, sin embargo, las bolsas han bajado. No sirve, no basta, no es suficiente para recuperar la confianza.

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¿Qué arma queda?, ¿qué pasa si después de lanzar la bomba atómica los japoneses siguen sin rendirse?, ¿qué hacemos? Este es el estupor en el que vivimos. La especulación financiera se hizo global antes de que el mundo construyera alguna estructura global. No hay poder político con capacidad suficiente para enfrentarse a ella y dominarla. Los alterglobalizadores tenían razón, así que escampará si escampa, y si no, no, porque la política se arrodilló ante el dinero y este voló por su cuenta. Ahora está en todas partes y en ninguna, difuso, fuera de control. Por eso, la política produce la impresión de esos padres cuyos hijos adolescentes hace mucho tiempo que hacen lo que les da la gana y, sin embargo, cuando se tenga un minuto, lo primero que habrá que hacer es devolver la autoridad a la política, a la política democrática. Y proclamar que la economía ha de estar sometida a ella.»

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