La crisis que va a provocar el cambio climático es «diferente y mucho más estructural, de largo recorrido» y «nos coloca en los albores de un replanteamiento de las finanzas desde sus cimientos». Con esta palabras, Larry Fink, fundador y presidente de BlackRock, la mayor cartera de inversiones del mundo, asumía la emergencia climática y anunciaba que a partir de ahora el medio ambiente va a estar en el centro de su estrategia. Plantea incluso que penalizarán a las empresas y a los altos directivos que no luchen contra el cambio climático.

En la carta que anualmente envía a los consejeros delegados de las principales compañías del mundo, Fink conocido como»el hombre más poderoso de la Bolsa» señalaba que el calentamiento global y su impacto sobre el crecimiento económico y la prosperidad «nos coloca en los albores de un replanteamiento de las finanzas desde sus cimientos». Advertía de que los inversores tienen cada vez más en cuenta las políticas medioambientales de las empresas y anunciaba que BlackRock, que gestiona 7 billones de dólare en activos, iba a llevar esta preocupación incluso más lejos.

Anunció que: «Estaremos cada vez más dispuestos a votar en contra del equipo directivo y los miembros del consejo cuando las empresas no progresen lo suficiente en la divulgación de información sobre sosteniblidad». Larry Fink añadía que no se trata de una cuestión política, sino de la responsabilidad que asume el fondo sobre el dinero de los clientes que representa: «estamos convencidos de que las carteras que integran sostenibilidad y las cuestiones climáticas pueden proporcionar a los inversores mejores rentabilidades ajustadas al riesgo».

La carta del CEO de BlackRock insisten en que abordar el cambio climático es ahora una prioridad, en mayor medida que en el pasado. Y en este sentido, los analistas resaltan que supone un cambio de actitud hacia las políticas ambientales y una advertencia de que ejercerán mayor presión sobre las empresas.

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