El New York Times y The New Republic coinciden en publicar artículos en los que defienden la idea de que Reino Unido acertó al permitir al pueblo escocés votar libremente su destino y que esto es una lección para España ante las reclamaciones catalanas. Señalan que el bloqueo del gobierno central sólo está empeorando las cosas y España debería dejar que los catalanes decidan su futuro como pueblo, no como minoría.

The New York Times destaca que España debería aprender de Reino Unido que optó por persuadir, no por coaccionar.. La columna es de Timothy William Waters y sostiene que se teme la secesión porque se cree que incita a los demonios nacionalistas, desestabiliza naciones y las ahoga en sangrientos fraccionalismos. Pero cree que el caso escocés muestra que esos miedos no son necesariamente ciertos. Y señala que lo que ha hecho diferente a este caso ha sido la aquiescencia de Gran Bretaña que en un gesto inusual ha abrazado la posibilidad de su propia división y añade: «En un acto de interés propio, optó por defender su causa no por coacción, sino por la persuasión.»

 

Y menciona que la campaña británica se esforzó «apasionadamente» en convencer a los escoceses de que siguieran unidos con argumentos incluso pragmáticos como asegurarles que podrían seguir viendo la BBC. La columna apunta que esto puede no apelar a grandes intereses, pero es una buena indicación de cómo toman decisiones las «personas reales». Y señala que esa es la lección del referéndum escocés para catalanes  y españoles: «Permitir la secesión no tiene por qué dar lugar a un viaje atávica y primitivo hacia las salidas nacionalistas y a un baño desangre; sino que deja que los seres humanos moldeen  su propio futuro, para elegir quedarse, o para irse, pero para elegir por sí mismos, no como minoría, sino como pueblo».

The New Republic sostiene que España está sacando las lecciones equivocadas del referéndum escocés. El texto señala negando firmemente la votación y obstinadamente si quiera el debate, Rajoy sólo está agravando las cosas. Apuntan que si decidiera afrontar el problema, podría consolarse con la situación de Escocia, que si ha «enseñado algo al mundo es que dejar que la gente vote no significa que elija la independencia». De hecho señala que tanto Reino Unido como Canadá han resistido fuertes referéndums de independencia y se han mantenido intactas.

 

Apunta que de hecho los referéndums no suelen conducir a la independencia, pero son medios para promulgar cambios. Señala que Escocia logrará una mejora sustancial en su autonomía, mientras que los quebequenses obtuvieron el control de la educación, la cultura, la fiscalidad y la política de inmigración como resultado de sus dos referendos. Y dice: «No hay ninguna razón que impida que Cataluña siga el mismo camino-siempre y cuando los gobiernos centrales y regionales puedan trabajar juntos de una manera democrática».

(Esta noticia está incluida en el resumen de prensa internacional de radiocable.com)

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