En 2011 el Parlamento de Extremadura aprobó un reforma legal para permitir la construcción de una urbanización de lujo y un campo de golf en una isla en el embalse de Valdecañas (Cáceres). El Tribunal Constitucional acaba de declarar ahora inconstitucional esa modificación dando la razón a las dos asociaciones ecologistas que se opusieron al proyecto y lo llevaron a los tribunales para defender el lugar de «especial interés ecológico».

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La isla en cuestión tiene 135 hectáreas y está en los términos municipales de El Gordo y Berrocalejo (Cáceres). Allí en 2007 se inició, según detalla un artículo de Publico, la construcción de un complejo conocido como «Marina Isla de Valdecañas» formado por 180 villas, un hotel, un campo de golf de 18 hoyos, una playa artificial, puntos de amarre y pistas deportivas. La Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (Adenex) y Ecologistas en Acción se opusieron ya entonces al proyecto y en 2011 el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEX) lo declaró nulo, ordenando que se devolvieran los terrenos a su estado anterior.

Poco después sin embargo, el Parlamento de Extremadura aprobó incorporar un artículo a la ley del suelo para permitir edificar en terrenos de la Red Natura 2000, en una decisión que se interpretó como un intento de dar cobertura legal ad hoc a la urbanización de lujo. Los ecologistas presentaron un recurso de inconstitucionalidad y ahora el TC les ha dado la razón y dictamina que la norma contradice la legislación básica estatal y por tanto es anticonstitucional.

Se trata de un nuevo varapalo para la urbanización «Marina Isla de Valdeacañas», aunque su demolición, pendiente desde la sentencia de 2011, depende de los tribunales extremeños, ya que la resolución del Constitucional no tiene repercusión directa sobre la misma.

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