Hace un año Richard Browning ya explicó cómo había creado un «jet suit» una especie de traje a propulsión que le permitía volar. Ahora ha llevado su invento un paso más lejos y lo está comercializando. Por 380.000 euros, cualquiera puede emular a Iron Man y levantarse del suelo desplazándose como un superhéroe.

El traje está equipado con cinco mini motores montados en los brazos y la espalda que permiten controlar la velocidad y movimiento. Permite alcanzar una altura de 3,6 metros y viajar a 50km/h. Y para demostrar que funciona a la perfección, el propio Browning hizo una demostración en las calles de Londres.

A pesar de la fascinación que ha causado el dispositivo, preocupan algunas de sus características: pesa 26 kilos y los motores necesitan gasolina y diésel consumiendo cerca de 4 litros para mantenerse en vuelo cuatro minutos. Aunque Browning ha prometido trabajar para mejorar la eficiencia ecológica y práctica de su traje.

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