El lugar se llama Darvaza y está en Turkmenistán. Tiene 60 metros de diámetro y 20 de profundidad, y es un cráter ardiente, que segun cuenta el blog Fogonazos no es producto de la actividad volcánica ni de la caída de un meteorito, sino de las prospecciones en busca de gas de los soviéticos. Está abandonado desde los años 50 y no ha dejado de arder. Asomarse a es pozo es como hacerlo en el borde de las entrañas de la tierra.

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El gas que aún alberga en su interior sigue consumiéndose. Nadie sabe cuándo se apagará, pero, dadas las reservas de gas de la zona, es más que probable que el pozo de Darvaza siga ardiendo durante décadas. Aseguran que el crater, situado en pleno desierto, ejerce además una «atracción fatal» sobre los insectos, que no pueden evitar arrojarse a las llamas.

El autor de estas imágenes que circulan por Youtube es Phillips Connor que también lo ha grabado de noche.

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