Quien quiera formar parte del juego tendrá que hacerlo con las normas de quien puso el tablero. Si a los griegos, jóvenes o no, el sistema no les saca a jugar lo lógico es lo que está pasando. Que se levanten del banquillo y protesten desde Salónica a Atenas. Desatado el caos, siempre habrá violentos que lo cojan, lo arranquen de la grada y acabe por los aires contra policías, furgones, cristaleras? Tanto revuelo no es más que la rabia de lo que intuyen como un robo: el de su vida y su tiempo.

Esto, que incluso me suena ??por mi parte- a una idea poco elaborada de los hechos, lo expresa perfectamente una compañera de El País: ??Cada uno de los manifestantes que estos días ocupan las calles se aferra a una razón, del nihilismo al entusiasmo de los quince años, del escepticismo de los bien informados a la necesidad inconsciente de actuar para vencer el impasse o minimizar el impacto de la crisis?.

A la pregunta de ¿Qué les pasa? ¿Quiénes son? ¿Qué quieren? Un profesor griego responde: ??Los estudiantes expresan reacciones viscerales a un callejón sin salida, a un vacío vital que les alcanza antes de tiempo».

Me quedo dando vueltas a esta idea, ??un vacío antes de tiempo?, a Juan José Millás le gustaría. Decido abandonarla, prefiero la respuesta del joven que exclama: ??Aquí estamos, dando la cara?. Con este exhorto se pueden hacer mil cosas. Para ellos una sería suficiente: «Vamos a hacer lo posible para conseguir un futuro. Lo que nos enseñan en clase no nos vale, ni nos interesa, ni nos sirve.?

No es una lucha generacional porque no se enfrentan a sus familias, saben que les dieron lo que tienen. Saltan ante ese ente llamado ??sistema?? al que muchos no le deben nada. Crecieron en las casas de sus padres, con cariño, educación, viajes, sudaderas, pagas extra, y una vez se prepararon para salir adelante ¿Qué han conseguido? ¿Qué se les deja hacer?.

A mí también me parece que ésta no es su crisis, y se mueven entre símbolos incompatibles; el bienestar que conocen, la pobreza que sienten que les espera. La dificultad, como el reto, está en que encuentren una alternativa, el invocado ??un mundo distinto a este?? que no sale ni a tiros.

Definitivamente si fuera uno de ellos, si tuviera a un chaval correteando por Atenas, le diría: – No tires una piedra, diles eso de ??vuestra crisis, nuestro tiempo?? y echa a correr hacia delante, dando la cara.

PD. El primer ministro griego ha prometido, desde la cumbre de la UE en Bruselas, que garantizará la seguridad de la población, sobre su futuro, no ha dicho absolutamente nada.

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