Ya hicieron cosas similares tiempo atrás. China dispersó de forma artificial las nubes para «evitar la lluvia» pero siguendo «jugando a manipular el clima». El 1 de noviembre nevó sobre la capital del país después de utilizar «186 dosis de yoduro de plata sobre las nubes que rodeaban la ciudad». ¿El resultado? Más de 16 millones de metros cúbicos de nieve… A ello se añadió una segunda nieve de 10 litros por metro cuadrado: «la nevada había sido provocada».

Teniendo en cuenta el escándalo que se produjo después de la primera nevada, las autoridades probablemente quieren ahora «ocultar que siguen experimentando con la atmósfera».

¿El objetivo? «Reducir los efectos de la sequía» que hay en China. De hecho, hacía más de 3 meses que no se producían precipitaciones en Pekín, donde en todo caso llueve más que en el Norte del país, donde hay grandes problemas. No obstante, el remedio pudo ser peor que la enfermedad… Durante la nevada se colapsó el suministro eléctrico, así como los «atascos de tráfico, la cancelación de rutas de autobuses» e incluso el retraso «en más de 200 vuelos.

Muchas críticas para el experimiento.  Según los protagonistas  se trata de «modificar» no de cambiar «el clima. No obstante, cerca de Pekin se produjo también la primera nevada del año por lo que algunas fuentes apuntan que «es difícil asegurar que la nevada en Pekín obedeció a la manipulación, como afirman las autoridades».

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