La cumbre de la ONU sobre los océanos se clausura en Niza con una oleada de compromisos… tímidos
La Conferencia de los Océanos ha culminado con un llamamiento común para ampliar la protección marina, frenar la contaminación, regular la alta mar y desbloquear la financiación para las naciones costeras e insulares vulnerables. Este es el análisis de Naciones Unidas, organizadora de la cumbre, resaltando la amplia declaración política acordadas por consenso. Otras voces señalan que los avances para proteger mejor los mares han sido «tímidos» y centrados en el Tratado de Alta Mar y la lucha contra la minería y el plástico, pero han dejado fuera elementos como los combustibles fósiles.
La cumbre de la ONU sobre los océanos se clausura en Niza con una oleada de compromisos
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Concluye la cumbre sobre océanos de Niza con tímidos avances para protegerlos mejor https://t.co/KUdLTpnpTc pic.twitter.com/LPz2hPGpSm
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Los barcos del puerto de Niza hicieron sonar sus sirenas para conmemorar un momento de unidad mundial al clausurarse la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos. Momentos antes, más de 170 países habían aprobado por consenso una amplia declaración política en la que prometían medidas urgentes para proteger los océanos.
“Cerramos esta semana histórica no sólo con esperanza, sino con un compromiso concreto, una dirección clara y un impulso innegable”, declaró a la prensa Li Junhua, Secretario General adjunto de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, y responsable de la cumbre. Organizado conjuntamente por Francia y Costa Rica, el evento de cinco días reunió a 15.000 participantes, más de 60 Jefes de Estado y de Gobierno, en la costa mediterránea de Francia.
Con más de 450 actos paralelos y casi 100.000 visitantes, la reunión, bautizada como UNOC3, aprovechó el impulso de las anteriores cumbres sobre los océanos celebradas en Nueva York (2017) y Lisboa (2022). Culminó con un llamamiento común para ampliar la protección marina, frenar la contaminación, regular la alta mar y desbloquear la financiación para las naciones costeras e insulares vulnerables.
Compromisos ambiciosos, según la ONU
El resultado de la conferencia, conocido como Plan de Acción de Niza sobre los Océanos, es un marco de dos partes que comprende una declaración política y más de 800 compromisos voluntarios de gobiernos, científicos, organismos de la ONU y la sociedad civil desde la conferencia anterior. “Estos compromisos van desde la promoción por parte de los jóvenes hasta la alfabetización de los ecosistemas de los fondos marinos, la creación de capacidad en ciencia e innovación, y el compromiso de ratificar los tratados intergubernamentales”, declaró Li.
Los compromisos presentados esta semana reflejan la amplitud de la crisis de los océanos. La Comisión Europea anunció una inversión de 1000 millones de euros para apoyar la conservación de los océanos, la ciencia y la pesca sostenible, mientras que la Polinesia Francesa se comprometió a crear la mayor zona marina protegida del mundo, que abarcará toda su zona económica exclusiva, unos cinco millones de kilómetros cuadrados.
Alemania puso en marcha un programa de 100 millones de euros para retirar municiones submarinas de los mares Báltico y del Norte. Además, Nueva Zelanda comprometió 52 millones de dólares para reforzar la gobernanza de los océanos en el Pacífico, y España anunció cinco nuevas zonas marinas protegidas.
Una coalición de 37 países liderada por Panamá y Canadá lanzó la Coalición de Gran Ambición por un Océano Tranquilo para hacer frente a la contaminación acústica submarina. Mientras tanto, Indonesia y el Banco Mundial introdujeron un Bono de Coral para ayudar a financiar la conservación de los arrecifes en el país.
Avances tímidos
Pero algunos análisis, que se recogen en RFI, señalan que los avances hacia una mejor protección de los océanos han sido ´tímidos». Sobre el Tratado de Alta Mar primero, la cumbre ha permitido que más países se sumen a este pacto. Francia asegura que más de 60 naciones habrán ratificado formalmente el tratado en septiembre, cifra mínima requerida para su entrada en vigor en enero de 2026. Esto daría paso a la creación de un secretariado general del océano con sede en Valparaíso o Bruselas, y a una primera conferencia de las partes con negociaciones para crear áreas marinas protegidas en aguas internacionales, indispensables para proteger los stocks de peces en declive.
Además, la coalición de naciones contra la minería en aguas profundas cuenta, tras la cumbre, con 37 naciones, una minoría sólida para imponer una moratoria sobre esta actividad potencialmente desastrosa para el océano. Y el tercer aspecto en el que esta cumbre fue un acelerador diplomático es el plástico que invade los mares. La coalición de países favorables a una reducción de la producción plástica se extendió y cuenta ahora con 97 naciones.
Pero también ha habido críticas por dejar fuera de las discusiones los combustibles fósiles, principal causa de las emisiones de gases de efecto invernadero. Y además, varios mandatarios fueron criticados por el contraste entre sus buenas intenciones en la cumbre de Niza, y la realidad de sus políticas nacionales: la expansión petrolera costera en Brasil, la voluntad del presidente de Costa Rica de abrir la puerta a la exploración petrolera o la falta de ambición de Francia para prohibir la pesca de arrastre son algunos ejemplos de este doble discurso.
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