El diario galo sostiene en un artículo que firma su corresponsal Jessica Berthereau que pese a la recesión y el paro, hay señales que dejan entrever una luz de esperanza para España: la devaluación interna ha mejorado sustancialmente la competitividad, las exportaciones creden de manera espectacular y el sanemiento de las finanzas públicas y la banca han hecho que los inversores dejen de huir. El unico pero: «la población sigue empobreciéndose».

Les Echos asegura: «Imperceptiblemente, España se está enderezando. Sí, el país sigue en recesión y seguirá el próximo año. Sí, el desempleo ha alcanzado niveles inimaginables, el 25% de la fuerza laboral. Sí, el déficit está dirigido a un nuevo desliz. Pero hay señales que prueban, que tal vez, el país ha tocado fondo y está volviendo lentamente a la superficie.»

Resaltan: «Primera señal: la `devaluación interna´. Antes, España podía volver a ser competitiva de la noche a la mañana, casi sin dolor para los empleados, devaluando la peseta. La devaluación interna es mucho más dolorosa ya que los trabajadores la sufren a través de la reducción de sus salarios». Y añaden que esto junto a la destrucción masiva de empleo y la reforma laboral han reducido drásticamente los costes laborales que «son ahora un 30% más baratos que la media de la zona euro. Inevitablemente, esta ventaja comparativa termina por verse. El impresionante crecimiento de las exportaciones españolas desde 2008 (+17% frente al +12% en Alemania y un +5% en Francia) es un ejemplo.»

El texto añade «Segunda señal: el retorno de los inversores extranjeros. La fuga de capitales en el primer semestre de este año ha disminuido en gran medida. La radiografía de los tenedores de deuda pública española lo demuestra. La razón principal es el programa del BCE». Y apunta también: «Tercera señal: el saneamiento de de los fundamentos de  la economía española, empezando por las finanzas públicas y el sector bancario». Aunque señalan que todo esto se enfrenta a un riesgo principal: «el empobrecimiento de la población, un corolario del desempleo masivo y la devaluación interna.»

[Leer el artículo completo en Les Echos]

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