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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

Focus online de Alemania publica un texto sin firma en el que se habla de nuestro país y donde recoge esta noticia: Las coca-colas que se vendan en el Parlamento español, a partir de ahora, estarán fabricadas en España. Todo porque el Presidente del Congreso José Bono se enteró de que estaban fabricadas en Polonia y le puso remedio.

La noticia también ha tenido repercusión en España, claro. Cuenta El Mundo, que a través de un periodista, Bono supo que las latas que se venden en el Congreso estaban fabricadas en Polonia, y su leyenda escrita en polaco. Habló con el empresario que tiene la concesión de estas máquinas y le indicó que no es muy apropiado que en «la casa de los españoles» no haya coca-cola fabricada aquí:

«Aunque el producto es el mismo, el presidente del Congreso indicó que lo más conveniente sería que se suministraran coca-colas fabricadas en España y, además, se ayude a las empresas y trabajadores españoles. El pasado jueves, Arturo Fernández comunicó a Bono que había solucionado el tema».

La anécdota -y su repercusión en un medio alemán como Focus-  no solo proyecta la imágen de nuestro país en el extranjero sino que tiene una lectura algo más amplia. Por lo visto Bono «se interesó por este asunto al saber que la leyenda de la bebida no estaba escrita en castellano y hay personas, como los diabéticos, que necesitan información nutricional de los productos que consumen». Hasta ahí todo bien, aunque lo inquietante fueron sus palabras cuando aludió a la necesidad de tener productos españoles en «la casa de los españoles».

Recordemos que Miguel Sebastián recibió fuertes críticas cuando recomendó el consumo de productos españoles. Eran justificadas porque España está tratando de salir al mercado internacional y no puede paralelamente recomendar sólo productos internos. Y es además toda una ingenuidad: es imposible. Pero en este caso es sobre todo enormemente irónico que la polémica gire entorno a un producto tan global, tan extranjero como la mismísima coca-cola.

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