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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

El norteamericano The Wall Street Journal: ??Los bancos españoles ven cómo su resistencia comienza a desvanecerse?. Un análisis singular con el que no coincide toda la prensa internacional. Curiosamente en el alemán Handelsblatt se publica un análisis que defiende la fortaleza de nuestros bancos. La tesis del Wall Street Journal, en todo caso es la siguiente:

??Es posible que el sistema bancario español sea el siguiente en acusar los efectos del crack financiero mundial. Del mismo modo que sus colegas de Estados Unidos han sufrido una escalada de amortizaciones y han tenido que ir con el sombrero en la mano pidiendo inyecciones de capital, los bancos españoles, hasta ahora, se han mantenido sorprendentemente bien, hecho que muchos analistas atribuyen a un sistema regulador que los obligó a guardar más reservas durante épocas de bonanza. Pero con el estallido de la burbuja del sector inmobiliario afectando de lleno a los constructores, a los propietarios de viviendas y a diversos sectores económicos, el panorama se está empañando, especialmente para las cajas de ahorros?.

??La compañía Moody´s Investors Service, recalcó en un informe que el declive en el mercado inmobiliario podía considerarse ??más agudo de lo que se esperaba??, recortando drásticamente su clasificación crediticia a cinco importantes cajas de ahorro españolas. Tras años de exagerada construcción y de precios ascendentes, el colapso del sector inmobiliario español del año pasado ha llevado la economía española al borde de la recesión, considerando muchos analistas la quiebra de la constructora más importante de España, Martinsa Fadesa, como punto de inflexión?.

??En parte, España se ha preparado para la desaceleración. Los vigilantes reguladores desalentaron la creación de activos al margen de balances que muchos bancos europeos y estadounidenses utilizaron para invertir arriesgadamente en valores inmobiliarios. Y, lo que es más importante, continuando con el ciclo de ??boom?? inmobiliario de los años 90, el Banco de España instituyó en el año 2000 la necesidad de que los bancos acumularan importantes fondos para prever los déficit por préstamos de los años de prosperidad y así poder absorber pérdidas en tiempos de vacas flacas. Gracias a este ??dinámico aprovisionamiento??, de acuerdo con el Banco de España, los bancos españoles disfrutan de un ??colchón?? equivalente a casi el 150% de los actuales préstamos impagados?.

??Los expertos consideran que las cajas de ahorro son las entidades más débiles porque tienen tendencia a ser menos rentables que otras entidades y se exponen más arriesgadamente en el mercado inmobiliario. También son las que tendrían mayores dificultades a la hora de aumentar su capital, en caso de necesitarlo porque sus acciones no cotizan públicamente. Son muchos los analistas que creen que el sector bancario español, en última instancia, capeará la crisis. Según un informe de la empresa Estándar & Poor, ??los bancos españoles se enfrentan al panorama actual desde un posición de fuerza???. 

Curiosamente en el alemán Handelsblatt se publica un análisis que defiende la fortaleza de nuestros bancos. ??España se opone a la crisis?, dice. ??El país está relativamente bien preparado con un Presupuesto sólido y bancos sanos?:

??La mayoría de las economías nacionales no están bien preparadas para una crisis. En las épocas buenas existe la tendencia a disfrutar del momento mientras dure. Pero España está en un buen estado en un triple sentido. Primero: los presupuestos públicos registran un plus; en el año 2006 alcanzó el dos por ciento del PIB. Segundo: los bancos tienen balances relativamente sólidos. Tercero: el endeudamiento ha crecido, pero sigue siendo relativamente bajo. Así, el gobierno tiene varias posibilidades para reaccionar a la crisis. Puede ayudar a ciudadanos con dificultades. Y puede compensar el retroceso del consumo y de inversiones privadas con gastos públicos para la infraestructura. España está mejor preparada que nunca. Pero el país ya no puede mejorar su competitividad a través de los tipos de cambio y, a cambio, tiene que adaptar sus precios y sus salarios. Esto es un proceso largo, pero es más que necesario?.

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