La patata transgenica Amflora

La Unión Europea debía haber aprobado ayer una patata modificada geneticamente, pero la oposición de 15 estados miembros hizo que la decisión se posponga y vuelva a la Comisión Europea. El desacuerdo fue tal que los ministros de Agricultura de los Veintisiete decidieron no votar la aprobación para no escenificar el desencuentro. España es uno de los países que está a favor de esta patata, pese a las objeciones que han presentado ecologistas, agricultores y científicos.

Juan Felipe Carrasco, responsable de transgénicos de Greenpeace, explica para radiocable.com la posición de la ONG con respecto a esta cuestión y critica abiertamente la postura del gobierno español.

Carrasco explica que a la patata Amflora de la multinacional Basf le han introducido un gen que la hace resistente al antibiótico kanamicina. Este es un antibiotico de uso comun entre los seres humanos. Si esta patata entra en circulación podría provocar bacterias resistentes a este medicamente y por tanto reducir su eficacia en la salud humana. Esta es la postura de Greenpeace, de la Organización Mundial de la Salud o la Agencia Europea del Medicamento.

Sin embargo a pesar de ello, la Comisión Europea, con el apoyo del Gobierno español, quieren darle su aprobación. Sin embargo el hecho de que 15 de los 27 estados miembros de la UE se negaran a votar a favor de esta variedad ha vuelto a «colocar la pelota en el tejado» de la Comisión, que debe tomar la decisión definitiva.

Teniendo en cuenta que todo esto ha puesto de manifiesto la corrupción reinante en la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria», explica el responsable de transgénicos de Greenpeace, existe la posibilidad de que la Comisión vuelva a iniciar el proceso en vez de darle luz verde. Según el, la AESA no ha escuchado ni a la Organización Mundial de la Salud, ni a la Organización Europea del Medicamento que han dicho que esta patata supone un grave riesgo para la salud.

Pese a todo esto, la postura del Gobierno español sigue siendo a favor de la aprobación de esta variedad. Carrasco critica que en el contexto actual de rechazo a los organismos modificados geneticamente en países como Francia, Austria, Luxemburgo o Grecia y del propio Comisario Europeo de Medio Ambiente, España sigue apoyando tanto su cultivo como su aprobación en las instituciones.

«Seguramente tiene mucho que ver con las vinculaciones de ciertas grandes multinacionales y nuestro gobierno, que entró hace cuatro años prometiendo que cambiaría la tendencia que habia tenido el PP pro-transgenicos y contra el medio ambiente, pero sin embargo la ha mantenido».

En la entrevista Juan Felipe Carrasco también explica de forma más pormenorizada sus críticas a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, las contradicciones en las que ha incurrido y cómo ha ignorado informes y leyes para dar su aprobación a la variedad de patata transgénica Amflora.

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