El edificio terminal del nuevo aeropuerto internacional de Ciudad de México, NAICIM, tendrá un fuerte toque «made in Spain» tras adjudicarse virtualmente el macro-contrato un consorcio de empresas en el que figuran FCC y Acciona. Es al menos la  noticia que adelanta la prensa mexicana. Se trata del principal contrato de una de las mayoras obras de infraestructuras que se desarrollan en Latinoamérica y está valorado en 4.200 millones de dólares (3.925 millones de euros).

El consorcio, que lidera Edificadora Circsa del grupo Carso, propiedad del magnate mexicano Carlos Silm y en el que también figuran otras firmas mexicana y las constructoras españolas FCC -de la que Slim es de hecho accionista mayoritario- y Acciona, ha sido designado como virtual adjudicatario al presentar la «preferred bid», opción preferente con mejores condiciones económicas. Medios locales como Milenio detallan que la oferta presentada fue la más baja, 84.828.377.320 pesos y a poco que cumpla todos los requisitos de la licitación sería la ganadora, aunque advierten de que la decisión no se haría oficial hasta el próximo 6 de enero.

La adjudicación implica construir el edificio terminal del nuevo aeropuerto mexicano que es la joya de la corona del proyecto del presidente Enrique Peña Nieto. Ha sido diseñado por el arquitecto Norman Foster, dará servicio a casi 70.000 pasajeros al año y que se convertirá en la mayor terminal de Latinoamérica con 760.000 metros2. Para FCC, se trata del segundo gran contrato que logra tras aliarse con Carso en el continente americano, tras ganar el proyecto para construir el gasoducto Samalayuca- Sásabe, también en México, valorado en 225 millones de euros.

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