A sus 85 años, el escritor portugués ha abierto un espacio personal en «la página infinita de Internet» para comentar acontecimientos, expresar opiniones, reflexionar en voz alta y comportarse como un bloguero más. La bitácora se llama «El cuaderno de Saramago» y se publica dentro de la página de su fundación en protugues, español e inglés.

El blog de Saramago

Para su primer post, el Premio Nobel de Literatura ha rescatado un artículo sobre Lisboa escrito hace unos cuantos años pero que le emocionó al volver a encontrárselo. El lo define más como una carta de amor a la ciudad que como un artículo y por eso ha decidido iniciar su blog con ella. Incluso han elaborado un video que mezcla sus palabras con música e imágenes de Lisboa.

Y el escritor portugués no se va a limitar a rescatar textos olvidados. Al día siguiente de publicar sus «Palabras para una ciudad», se ha atrevido con un post comentando la actualidad y en concreto la petición de perdón de la Iglesia Anglicana a Charles Darwin. Para Saramago, esta acción no borrará ni una sola calumnia o insulto al científico, pero piensa que podría estimular al papa Benedicto XVI, ahora embarcado en una maniobra diplomática sobre el laicismo, a pedir perdón a Galileo Galilei y a Giordano Bruno. Aunque el Nobel tiene claro a quien le va a contrariar esta decisión.

Esta petición de perdón de la iglesia anglicana no les va a gustar nada a los creacionistas norteamericanos. Fingirán indiferencia, pero es evidente que se trata de una contrariedad para sus planes. Para los republicanos que, como la candidata a la vicepresidencia, enarbolan la bandera de esa aberración pseudo científica llamada creacionismo.

Jose Saramago siempre ha prestado especial interés a la red. En 2002 escribió el principio de un cuento «Un azul para Marte» e invitó a los internautas a que redactaran ellos el final. Y en solo cuatro días se recibieron 500 propuestas.

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2 Replica a este post
  1. Hola Maestro: es un grandísimo honor para mí poder escribir unas línias a un escritor cómo Usted. Soy una humilde ama de casa que le gusta la lectura, por lo tanto he de decirle que me encantan sus libros. entre otros he leído, el Evangelio según Jesucristo. Ensayo sobre la Ceguera. La Caverna. El Centro de isla. Y algún otro que he regalado y que ya no recuerdo su titulo.
    Soy Madre de cinco Hijos, y viuda desde hace 5 años, abuela de doce nietos, y cuatro biznietos. Vivo sola,
    pero al mismo timpo acompañada con el recuerdo de mí amor de toda una vida.
    Soy una afícionada humilde a la poesía.

    Estoy sola y me recreo en la memoria
    bonita y feliz de mi pasado,
    estoy sola, con el alma desnuda
    soñando con espinos y cardos
    meditando dando vueltas como la noria.

    Estoy sola bajo el manto de la noche
    con un hilo de brillo y de ternura,
    estoy sola en la nada, en la duda,
    poro un dulce amanecer pone su broche.

    Estoy sola riéndome de mis percances
    de mis temores, de mis caídas,
    estoy sola y no tengo envidia,
    de nada de nadie, ¡Ni de los amantes!

    Estoy sola pero te brindo una sonrisa
    para regalar al que no la tuvo nunca,
    estoy sola pero hay rayos de luz
    que iluminan el agua azul de mi orilla.

    Un salududo muy gallego y caiñoso desde Pontevedra.

  2. Hola Maestro Saramago que tal? Es un placer volver a hablar Con Usted porque escribiendo es el medio de comunicación con los que están ahí al otro lado del edén. Gracias a éste artilugio que transporta mi sentimiento. Su texto de ayer habla
    emociones, de papeles sin frescura, yo también he buscado hoy en el baúl de los recuerdos, he encontrado cartas que me huelen a antaño a viejo a eterno descanso, pero muy hermosas con ellas hoy, he viajado al pasado a un espacio en el tiempo, a esa isla de dos mares de la que Usted habla… o, escribe. También me he emocionado, y llorado un poquito pero llorar me ha hecho bien. Me gustaría saber si lee mis comentarios sencillos pero de todo corazón. Gracias por haber nacido Sr Saramago. Y perdón por entrar en ésta antesala de su casa sin permiso. Un Saludo muy cordial y cariñoso, desde Pontevedra.