El magistrado federal Robert Pitman ha bloqueado temporalmente la ley del aborto de Texas por considerar que «ha creado un mecanismo agresivo y sin precedentes para privar a sus ciudadanos de un derecho constitucional significativo y bien consagrado». La normativa es la más restrictiva de todas que hay en EEUU prohíbe el aborto a partir de las seis semanas de gestación y fomenta las denuncias de particulares. El propio Joe Biden había la suspensión de la ley hasta que se determinase su constitucionalidad y ahora el juez Pitman lo ha hecho. Aunque su decisión es recurrible.

La suspensión temporal de la nueva Ley del aborto de Texas ha sido decretada por Robert Pitman, juez federal de este estado, al considerar que «impide ilegalmente a las mujeres ejercer control sobre sus vidas». Añade que esta normativa, que entró en vigor a finales de septiembre tras inhibirse el Supremo, «ha creado un mecanismo agresivo y sin precedentes» que priva a las mujeres de poder ejercer «un derecho constitucional significativo y bien consagrado», ya que la legislación estadounidense que permite la interrupción voluntaria del embarazo data de 1973. Ante esto declara que su tribunal «no permitirá que esta ofensiva privación siga ni un día más».

La orden emitida por Pitman impide que cualquier funcionario estatal haga cumplir las prohibiciones fijadas por la nueva ley del aborto impulsada por el gobernador republicano Greg Abott y que es señalada como «la más restrictiva» de todo EEUU. En concreto prohíbe interrumpir el embarazo a partir de las seis semanas de gestación -plazo en el que muchas mujeres ni siquiera saben que están encinta- y no contempla excepciones ni siquiera en casos de violación o de incesto. Pero además, la norma fomenta que las denuncias a las mujeres que aborten o a las clínicas donde se realicen las intervenciones proceden de particulares, facilitando una caza de brujas.

La norma de Texas fue aprobada en mayo y ha suscitado un enorme revuelo e indignación en todo el país. Pero entró en vigor en septiembre porque el Tribunal Supremo rechazó bloquearla en un primer recurso. Ahora el juez Pitman ha ordenado bloquearla, pero su fallo es recurrible y, de hecho, se espera que el estado de Texas lo haga. Esto llevaría la decisión al Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito, considerado el más conservador de Estados Unidos, hasta previsiblemente volver a recalar en el Supremo.

Pese a que la suspensión es solo temporal y está pendiente de esta futura apelación, numerosas voces están destacando que se trata de un victoria para las mujeres. Y la Administración de Joe Biden ha celebrado el fallo como un primer paso. El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, ha anunciado asimismo que el Departamento de Justicia presentará una demanda propia contra la ley y ha prometido seguir la batalla en contra.

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