El diario irlandes alaba en un artículo de opinión que firma John McManus tanto la decisión del Supremo de investigar por fraude a Rodrigo Rato y la cúpula de Bankia como en general la reacción de los españoles pidiendo responsabilidades por la mala gestión bancaria. El texto resalta la idea de que: «España hunde los dientes de la ley en los bancos mientras nosotros seguimos hablando y no haciendo nada con Anglo».

Rodrigo Rato en la salida a bolsa de Bankia

The Irish Times dice: «La forma en que los españoles han responsabilizado a los arquitectos de la destrucción de Bankia, inevitablemente invita a la comparación con nuestros propios esfuerzos para investigar a las personas detrás de la caída del Banco Anglo Irlandés. El Tribunal Supremo español la semana pasada abrió una investigación por fraude a Rodrigo Rato, el ex jefe del Fondo Monetario Internacional, que fue presidente del banco, que es a España lo que el Anglo es a Irlanda.

El texto asegura que: «Las comparaciones con Anglo son sorprendentes. Fue el colapso de Bankia el que desató los temores sobre la capacidad de España para recapitalizar el sistema bancario y, finalmente, lo que obligó a aceptar un plan de rescate de sus socios de la UE.  El Sr. Rato, y otros treinta y dos ejecutivos, están ahora siendo investigados por falsificar las cuentas de Bankia y engañar a los inversores durante su salida a bolsa. Esta investigación va a constituir un episodio muy embarazoso para el gobierno español, ya que Rato fue ministro de Economía y militante del partido en el gobierno, el Partido Popular. Es también poco probable que los miembros del partido de la oposición socialista salgan ilesos.»

Y añaden: «El ordenamiento jurídico español, tiene obviamente su propia manera de hacer las cosas. Los jueces, por ejemplo, cuentan con poderes de investigación. Pero sin duda, una cosa queda clara, y es que los españoles parecen haber ganado la noción de que la justicia está para hacer que los inculpados rindan cuentas. Independientemente de cómo se mire, es difícil escapar a la conclusión de que España parece haber ido más lejos en cuestión de semanas de lo que lo ha hecho el sistema irlandés de justicia penal en cuatro años.»

[Leer el artículo completo en The Irish Times]

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