La Gazeta Wyborcza recoge en un artículo de su corresponsal Maciej Stasinski las nuevas normas aprobadas por la Generalitat catalana sobre prostitución, trenes y matriculación en colegios. Destacan que todas animan a los ciudadanos a denunciar a otros y habla de «delación institucionalizada».

Balcon de la sede de la Generalitat
(Foto: Flickr/Tetegil)

Gazeta Wyborcza explica: «Cataluña introduce regulaciones que animan a denunciar. La prohibición de prostitución callejera entró en vigor en Barcelona en 2006. Ahora se agravará e incluirá no sólo a las prostitutas, sino también a los clientes. La oposición y las organizaciones no gubernamentales argumentan que el agravamiento radical de las sanciones empujará la prostitución al submundo, a los clubes donde se explotará a las mujeres de una manera más brutal.»

Añaden: «También otras regulaciones que introducen las autoridades autonómicas de Cataluña producen protestas. La administración de trenes anima a los ciudadanos a denunciar los comportamientos asociales de los pasajeros: que pongan pies en las sillas, no tengan billetes, tiren los cigarrillos por la ventana o mendiguen en trenes. La administración abre una línea telefónica especial donde se podrá denunciarlos, la policía anima adicionalmente a enviar las fotos de los criminales. En los cinco primeros días ha recibido cien delaciones.»

El diario también apunta: «Y el ministerio de Educación llama a que los padres denuncien a los que matriculen a sus hijos en las escuelas públicas fuera de su área de residencia. Hay varios grupos que se manifiestan ya en contra de la delación institucionalizada en Cataluña.»

[Leer el artículo completo en Gazeta Wyborcza]

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