Varios diarios internacionales profundizan en el analisis de la nacionalización de la electrica española REE por parte del gobierno de Evo Morales. Resaltan algunas diferencias con respecto a la de YPF en Argentina, pero creen que en cualquier caso demuestra la pérdida de influencia en América Latina y de un deterioro de la marca e inversiones españolas en el extranjero.

Una sede de REE
(Foto: Flickr/Jauladeardilla)

Süddeutsche Zeitung cree que la marca España se ha resentido. Sostienen que «Ahora los íberos vuelven a formar parte de los niños problemáticos de Europa y están experimentando una recaída en la época de la emigración. La marca España se resiente. La periferia, en cambio, se vuelve cada vez más segura de sí misma y descubre la fuerza de sus materias primas. Hasta hace poco quizás habría alzado la voz el Rey de España, Juan Carlos. En una cumbre iberoamericana le tapó la boca a Hugo Chávez, de Venezuela. Pero desde los problemas maritales, la cacería de elefantes y el escándalo de corrupción, tampoco Latinoamérica toma ya en serio a la Casa Real.»

El Wall Street Journal subraya que es una advertencia para las empresas españolas. El artículo que firman David Roman y Alex Mac Donald sostiene que la nacionalización de REE «parece una advertencia a las compañías energéticas españolas en América Latina y supone un nuevo golpe a un gobierno acuciado por problemas señalaron el miércoles los analistas. La pérdida es menor para Red Eléctrica, ya que la filial supone sólo un 1,5% del total de ingresos de 1.630 millones de euros en 2011, pero es un doloroso recuerdo de que el país, golpeado por la crisis económica, está perdiendo influencia diplomática tras años de expansión de las empresas españolas por América, aclamadas como nuevos conquistadores.»

NRC/Handelsblad considera que España sigue perdiendo influencia en American Latina. La crónica del corresponsal Merijn de Waal dice: «Hasta la fecha, las empresas españolas han recibido un trato relativamente bueno en Bolivia. Así, Morales, pocas horas antes de anunciar la nacionalización de TDE, asistió con el presidente de la junta directiva de Repsol, Antonio Brufau, a la inauguración de una nueva instalación de gas en el sur de Bolivia. No obstante, España pierde influencia en La Paz ahora que ha anunciado que reducirá sustancialmente el presupuesto de cooperación al desarrollo para Bolivia.»

Rbk Daily analiza las acusaciones de ataque dirigido a España. El diario ruso subraya que «más duras fueron las críticas por parte de los cabilderos del grupo. Por ejemplo, el vicepresidente de la CEOE, quien declaró que la serie de nacionalizaciones acaecidas en Latinoamérica están dirigidas precisamente contra España: ??No ocurre nada semejante con los franceses o los alemanes. Creo que estamos en una categoría aparte?. Los expertos, sin embargo, consideran que semejantes acusaciones por parte española son ficticias.»

Il Foglio titula «¡Palos a España! Es innocua». En el editorial aseguran: «El gobierno de Rajoy asegura que ??no se trata de un ataque contra España?. En esto el PP se encuentra en singular contraste con una oposición socialista que sostiene la necesidad de ??una estrategia en defensa de las empresas españolas en América Latina?. Desde 2006, nueve sociedades españolas han sido víctimas de los gobiernos radicales del continente sudamericano. En los tiempos de González y Aznar, la reactivación del papel histórico de puente europeo hacia América Latina había dado a la nueva grandeur española un formidable asset. Devastada por el zapaterismo y por la crisis, la España de hoy es ??la mala de la película? (como dice la CEOE) que los gobiernos radicales latino-americanos usan como cómodo diversivo para sus problemas.»

Diario Económico habla de mala noticia por el deterioro de las inversiones españolas en el exterior. El artículo apunta: «Los analistas políticos españoles están de acuerdo en el análisis según el cual la decisión de Morales resulta del deterioro de su base de apoyo, en un momento en el que las elecciones presidenciales del 2014 se aproximan. Morales ya nacionalizó más de 20 empresas pero fue la primera vez que incidió sobre los intereses de España, que mantiene un pulso con los mercados de deuda soberana y con las agencias de ??rating?. En este cuadro, el deterioro de las inversiones españolas en el exterior está lejos de ser una buena noticia.»

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