Varios medios extranjeros retratan la amplitud del drama de los desalojos por la crisis en España. Explican como los últimos suicidios de afectados han desencadenado una enorme indignación y protestas asi como un acuerdo político PP-PSOE para cambiar la ley. Aunque algunos como el WSJ advierten que eso debilitaría «aun más» los balances de los bancos españoles que ya están en situación complicada.

El New York Times habla de

El Wall Street Journal destaca que España quiere aliviar la ley de desahucio pero advierte que los bancos no admitirán que se debiliten sus balances. Explican: «Los líderes del gobierno español y la oposición se están moviendo par alcanzar un acuerdo que permita relajar la ley de ejecución hipotecaria de más de un siglo de antigüedad en medio del escándalo y la indignación por los suicidios de dos propietarios que se enfrentaban al desahucio.»

Pero apuntan: «Dar más poder a los titulares de hipoteca para negociar o deshacerse de sus deudas obligaría a los bancos a volver a evaluar los riesgos relacionados con todos los activos de este tipo de viviendas, segun Miguel Hernández, del IE Business School en Madrid. En ese caso, los bancos tendrían que debilitar aún más sus balances al aprovisionarmás dinero para posibles pérdidas.`La ley española es injusta´ para el titular de la hipoteca, dice el Sr. Hernández. Pero los bancos españoles  `con los problemas que tienen ahora, se asegurará de que estas medidas no afecten a sus ya debilitados balances».

El New York Times detalla como la ola de desahucios conduce a una crisis de gente sin hogar en España. Al igual que en el reportaje en el que retrataba el hambre, el diario ilustra su reportaje con fotos de Samuel Aranda de desalojos en Sevilla. Y explican: «El número de familias españolas que se enfrentan al desahucio sigue aumentando a un ritmo vertiginoso -cientos al día, dicen defensores de la vivienda. El problema se ha vuelto tan agudo que el primer ministro Mariano Rajoy se ha comprometido a anunciar medidas de emergencia aunque no está claro en que consistirán.

Mientras que algunos son capaces de vivir con miembros de su familia, cada vez aumenta el número de quienes no tienen esa opción. Sus familiares no están en mejores condiciones que ellos, y España no tiene prácticamente ningún sistema de refugios de emergencia para las familias.» Recogen los últimos suicidios y el aumento de okupaciones.

El Daily Telegraph menciona la negociación PP-PSOE y el informe europeo que señala que la ley española vulnera las normas europeas.«El primer ministro conservador y el líder de la oposición tratarár de acordar medidas para poner fin a desalojos bancarios de dueños de casas después de que el suicidio de una mujer cuando su propiedad iba a ser embargada haya causado indignación pública. Rajoy dijo que las reglas no serían retroactiva, mientras que Rubalcaba quiere que sí se incluyan los desalojos anteriores. Ha habido cerca de 400.000 desahucios en España desde que estalló la burbuja inmobiliaria en 2008.

La semana pasada, la Fiscal general de la Unión Europea Abogado, Juliane Kokott emitió un informe no vinculante que concluía que la legislación española sobre los desalojos es contraria a las normas europeas de protección de los derechos del consumidor. El máximo tribunal europeo tendrá ahora que emitir un dictamen.»

Liberation subraya las manifesataciones y protestas contra la ley de desahucios. Su texto dice: «Con gritos de `banqueros, asesinos´, cientos de personas se manifestaron en Madrid tras el suicidio de una mujer en el País Vasco que iba a ser expulsada. Es el segundo sucidido en 15 días en España, mientras el gobierno ha anunciado que considera una moratoria de desalojos.»

El Sydney Morning Herald señala que un suicidio estimula a España para detener los desalojos. Recogen: «el Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha anunciado el cese temporal de los desalojos de las familias vulnerables mientras su gobierno elabora medidas para ayudar a las personas a permanecer en sus casas después de que una mujer se suicidara en la localidad vasca de Baracaldo.»

The Times asegura que crece la ira contra los bancos españoles. La crónica de su corresponsal Graham Keeley dice: «Cuando los alguaciles llamaron al timbre de casa de Amaya Egaña estaba preparada para morir. Incapaz de enfrentarse a ser desalojada, esta madre de un hijo saltó desde el balcón. La tragedia ha demostrado ser un punto de inflexión en una batalla contra una ley hipotecaria que se ve como una herramienta de codicia de los bancos en un momento en que el desempleo alcanza a más del 25% en España. A raíz de las protestas por la muerte de la señora Egaña, la caja de ahorros Kutxabank detuvo ayer todos los desahucios. Mariano Rajoy aseguró que pedirá a los bancos que pongan fin a los desalojos.»


ACTUALIZACI?N

De Volkskrant asegura que los desahucios son inaceptables. En un editorial señalan: «Ancianos, madres solas con hijos y personas en paro son desalojadas de sus viviendas La crisis de la vivienda en España puede tener efectos más nocivos que la peor forma de terror. El viernes falleció en Barakaldo, uno de los barrios periféricos de Bilbao, Amaya Egaña (53), después de que ésta se arrojara al vació desde su apartamento en una sexta planta. Esto sucedió justo antes de que llegara la policía para desalojar su apartamento. Este suicidio se produce justo en un momento en que el gobierno de Rajoy es amonestado por el Tribunal Europeo por el modo ilegal en que los bancos han anulado muchos miles de hipotecas problemáticas.

Los desalojos son entretanto de tal magnitud que el gobierno del presidente Rajoy decidió esta semana apresuradamente contactar con la oposición socialista para estudiar la posibilidad de controlar las prácticas de desahucio. Es por primera vez que el partido conservador, que cuenta con una mayoría en el parlamento, decide hablar abiertamente con la oposición para desarrollar un plan. «

Frankfurter Allgemeine Zeitung destaca que gobierno y oposición están de acuerdo en poner coto a los desahucios. La crónica de Leo Wieland explica: «400.000 viviendas españolas ya han sido desahuciadas. No todos los españoles lo aceptan sin más. Los actos de desesperación aún son la excepción, pero en muchos sitios se forman grupos ciudadanos de vecinos que espantan al alguacil con pancartas, insultos y ruido de cazuelas. También los jueces han empezado a protestar. ??No queremos seguir siendo los recaudadores de los bancos?, dijeron esta semana en un congreso nacional de juristas en Bilbao. El gobierno y la oposición parecen haber escuchado.»

La Repubblica habla de un ejército de españoles expulsados de sus casas. Su artículo dice: «Las familias que han pasado por esta experiencia son ya más de 350.000; aquéllas sobre las cuales se cierne el mismo destino, otros cientos de miles. La legislación española, como denuncian los mismos magistrados que tienen que aplicarla con pesar y vergüenza, es literalmente sádica en tutelar a los bancos y pisotear los derechos y humanidad de los deudores. Cuestión infame. Además, la mayor parte de los españoles, de izquierdas y también de derechas, independentistas o federalistas o unionistas, no aprueba la diferencia entre rescate de los bancos a coste cero y los desahucios de los empobrecidos a alza cero. No la aprueban en absoluto.

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