El diario estadounidense detalla en un reportaje como se produzco el descubrimiento de que la copia del famoso cuadro de Leonardo Da Vinci que pertenece al Museo del Prado de Madrid es en realidad contemporánea de la original. Se fijan en la investigadora que lo documentó, Ana González Mozo y explican el valor que tiene esta Mona Lisa.

La Mona Lisa original y la del Museo del Prado
(Foto: Flickr/Gunthert)

El New York Times explica que «hasta hace poco, la copia de la Mona Lisa del Museo del Prado -una de las docenas realizadas a lo largo de los siglos- no era mucho más que un dibujo. Pero entonces, se interesé Ana González Mozo. En los últimos dos años, la Sra. González, investigadora en el departamento de documentacion técnica del museo, ha utilizado toda clase de técnicas actuales -rayos X, reflectografía infrarroja e imagnes digitales de alta resolución, entre otras – para hacer y luego documentar un hallazgo que parecía poco probable.»

Explican que: «resulta que la Mona Lisa del Museo del Prado no es una copia cualquiera de 500 años. Probablemente fue pintada por alguien que estaba sentado justo al lado de Leonardo da Vinci, tratando de duplicar cada una de sus pinceladas, mientras él producía su famosa dama de la enigmática sonrisa.»

El diario resalta que: «Cuando Leonardo ajustó el tamaño de la cabeza de la Mona Lisa o corrigió sus manos o adelgazó su seno o bajó el corpiño, también lo hizo quien estaba pintando la Mona Lisa del Museo del Prado.» Y también apuntan que » el motivo por el que se hizo esta pintura sigue siendo una pregunta abierta. Pudo haber sido simplemente para instruir a algun alumno o una doble comisión».

[Leer el artículo completo en el New York Times]

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