Las revelaciones de Bob Woodward y Carl Bernstein en el caso Watergate no acabaron con Nixon, ni el programa de Edward Murrow con el senador McCarthy. Hearst no dijo la frase «usted proporcione las fotos, yo proporcionaré la guerra» y Orson Welles no causó el pánico con su «Guerra de los Mundos»… Un libro desmiente que estos mitos populares sucedieran como se cree y habla de «Diez de las más grandes historias mal contadas del periodismo estadounidense».

El libro

«Algunos de estos mitos mediáticos sobreviven porque presentan sin ambigüedades y con explicaciones fáciles de recordar complicados eventos históricos», asegura W. Joseph Campbell, profesor de la Escuela de Comunicación en la Universidad Americana de Washington y autor de «Getting it wrong», un libro que refuta 10 noticias o anécdotas que los medios y la leyenda popular han encumbrado como mitos.

«Getting it wrong» sale a la venta este verano de 2010, y ya ha causado un fuerte impacto en EEUU. En la página web de Campbell se puede leer en pdf el primer capítulo de su investigación y tiene también un blog en el que profundiza en algunas de las historia.

W. Joseph Campbell
(Foto: Flickr/Offlede)

Uno de los primeros mitos que refuta es el que atribuye al impacto de un programa de TV de Walter Cronkite la decisión de Lyndon B. Johnson de no presentarse a la reelección en 1968. «Si he perdido a Cronkite, he perdido a la America media» se asegura que dijo el presidente tras ver la crónica del famoso periodistas. Sin embargo según W. Joseph Campbell Johnson no llegó a ver el programa y no hay ninguna evidencia, ni prueba de que pronunciara esas palabras.

El libro también desmiente la creencia de que el New York Times eliminó todas las referencias a la invasión de Bahía de Cochinos a petición de la Casa Blanca. En realidad el periódico informó de muchos detalles incluso antes de la operación. Y no hay evidencias de que Kennedy pidiera a los responsables de la «vieja dama gris» que no publicaran esa información. En cambio sí es verdad que el Times retrasó una historia tras una llamada del presidente cuando la crisis de los misiles en 1962.

Otro mito clásico es la creencia de que William Randolph Hearst demostró su «implicación» en la guerra hispano-americana de Cuba de 1898 cuando envió un telegrama al artista Frederic Remington diciéndole «usted proporcione las imágenes, yo proporcionaré la guerra». En este caso el mito sobrevivió por lo «irresistible» de la anécdota, pero Campbell asegura que es más que probable que sea apócrifa. Hearst siempre negó la historia, el telegrama nunca apareció, ya había un rebelión en Cuba y el periodista que primero contó la historia no estaba ni en la Isla, ni en Nueva York, sino en Europa.

Además Campbell cita el ejemplo del caso Watergate. No fueron directamente las revelaciones de los periodistas del Washington Post quieren derribaron a Nixon, sino un proceso constitucional. Pero la película «Todos los hombres del presidente» ha cimentado la idea de que los responsables fueron Woodward y Bernstein. Y en el caso de Eward Murrow y el senador McCarthy,  se asegura que hubo otros periodistas que revelaron las tácticas de la caza de brujas antes que el presentador.

Woodward y Bernstein, con la editora Katherine Graham
(Foto: Flickr/Jlnewland)

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