Una vez que jure el cargo, Barack Obama será ya presidente de Estados Unidos. Le espera a partir de entonces una tarea titánica. En Internet, los blogs no han perdido el tiempo y ya han establecido una especie de «agenda» con los retos, tareas y medidas que consideran que Obama debería llevar a la práctica. Hay consejos sobre relaciones internacionales, economía, tecnología, derechos humanos… y hasta ética.


(Foto: Flickr/Barack Obama)

Jose Saramago le marca al nuevo presidente en su blog una línea que no puede cruzar: «Y algo de sus insuficiencias, que ciertamente las tendrá, se las tendremos que perdonar, porque errar es propio del hombre como por experiencia hemos aprendido a nuestra costa. Lo que no le perdonaríamos jamás es que llegara a negar, deturpar o falsear una sola de las palabras que ha pronunciado o escrito. Podrá no conseguir establecer la paz en Oriente Próximo, por ejemplo, pero no le permitiremos que cubra el fracaso, si tal se produce, con un discurso engañoso. Lo sabemos todo de discursos engañosos, señor presidente, mire bien donde se mete.»

Enrique Meneses en su blog reflexiona sobre lo que haría si fuera Obama en sus primero 100 días:  «Cerrar por decreto las instalaciones penitenciarias de Guantánamo y trasladar los detenidos a prisiones estadounidenses; Nombrar otra comisión encargada de enjuiciar a los responsables de torturas, cualquiera que sea el puesto que ocupase en la administración; Convocar a todas las partes, sin exclusión, interesadas en la Paz entre judíos y palestinos; Suprimir unilateralmente las restricciones de viajes y envíos de dinero a Cuba y sentarse con Raúl Castro a discutir el nuevo rumbo de las relaciones entre Estados Unidos y la isla».

Antoni Gutierrez Rubi estima que ahora empieza el despertar del sueño: «Obama ha sido el candidato de las palabras, y ahora deberá mostrar su capacidad como presidente en base a sus ideas y sus soluciones». Además ve el desafío ético y moral como la clave de la regeneración de otra política. En cuanto al aspecto económico considera que «Estados Unidos necesita un nuevo liderazgo empresarial tanto como el político que representa Barack Obama. Y el nuevo presidente necesita una élite empresarial dispuesta a acompañar y liderar ese cambio, con nuevos valores y una nueva cultura de la responsabilidad.»

Lluis Bassets en De alfiler a elefante recurre a las comparaciones históricas para indicar el camino a seguir: «Roosevelt volvió a utilizar el Gobierno para resolver los problemas del país, que es lo que va a hacer Obama después de ocho años en que el Gobierno no era la solución sino el problema.  La inspiración rooseveltiana de Obama radica en esta cuestión: como entonces, después de una larga época de desidia y de desconfianza, de ineptitud y de rendición, hay que volver a utilizar los instrumentos de Gobierno para enderezar la economía y para poner orden en el mundo.»

Hugo Martinez Abarca, en su blog Quien mucho abarca», da la bienvenida a Mister Change con algo de escepticismo: «¿Las ideas? Nada. Sabemos que apoya la línea de Bush en lo económico y sus recetas para que los banqueros resistan la crisis. No sabemos qué opina sobre el genocidio perpetrado por Israel (hasta hoy tenía una burda excusa para callar; ¿qué dirá ahora? ¿que como hay un alto el fuego no conviene hablar del terror generado?). No sabemos nada y sin embargo aparecen ya libros cuyo subtítulo explican que Obama ??cambió la Historia?. ¿Todavía no ha sido nombrado y ya ha cambiado la historia?» Aunque destaca un motivo para el optimismo: Obama fue diferente cuando dijo no a la guerra de Irak.

Juan Varela en Periodistas 21 destaca que Obama posee una red social, más de 13 millones de datos personales y correos electrónicos de sus seguidores. «Es el presidente más comprometido con la tecnología y las ideas de la democracia y la cultura participativas de internet. […]El nuevo presidente no podía gobernar como los demás. Medio millón de ciudadanos han participado en una consulta online sobre el futuro de su organización. Obama ha prometido un gobierno abierto y conectado. El desafío es promover la democracia participativa, no construir otro gran instrumento de poder.»

Enrique Dans se centra en el aspecto más puramente tecnológico y habla de la agenda del CTO: «Un conjunto de puntos para convertir la tecnología en una ventaja comparativa para el país. Pero que supone, asociada a una figura interministerial con plenos poderes y dependencia directa del propio Presidente, una apuesta fuerte por potenciar la interacción entre sector público y privado, por las infraestructuras, y por una nueva forma de hacer política. […] La clave de la vocación tecnológica de la administración Obama no la hemos visto todavía: no se queda, como algunos piensan haciendo un derroche de cortoplacismo, en el uso de la red como arma electoral, sino que va mucho más allá, y se proyecta en la manera de hacer política una vez que llegas a Presidente. Los verdaderos cambios los vamos a empezar a ver a partir de ahora.»

Ricardo Royo Villanova en su blog asegura: «Queda poco tiempo para que sepamos si yo tenía razón, y Obama es cómo el resto de los presidentes de los Estados Unidos, sólo que negro, o por lo contrario es un gran tipo.» y para ello se hace eco de las 17 medidas que Amnistía Internacional pide a Obama que realice para cumplir tres objetivos: Anunciar un plan y una fecha para cerrar Guantánamo. Prohibir la tortura y otros malos tratos, tal y como están definidos en el derecho internacional. Garantizar que se constituye una  comisión independiente de investigación sobre los abusos cometidos por Estados Unidos en la guerra contra el terror.

Guillermo Pardo de Migramundo critica que se vea a Obama como un redentor: » muchas personas esperan milagros de Obama, al que ven como salvador de una situación que se ha ido deteriorando porque, en buena medida, no hemos sabido afrontarla con la responsabilidad y el sentido común que como individuos nos corresponde […] Por eso, millones de personas esperan que Obama haga nuestro trabajo y asuma también nuestra responsabilidad como ciudadanos del mundo. Así no vamos a ninguna parte que no sea directo a nuestra propia ruina como civilización.»

Juan Carlos Romero de 14de abril «Como ciudadano del imperio, su llegada la observo positiva y no caeré en el error del pesimismo tan frecuente en la autoproclamada verdadera izquierda que, antes de que acceda al poder, ya elaboró una batería de desengaños. Si su acción política fuera capaz de cambiar la dinámica de la guerra preventiva por el diálogo y el respeto al Derecho Internacional; si su guerra fuera la de luchar contra el hambre y la pobreza; si fuera capaz de permutar los intereses geoestratégicos y económicos por la defensa de los derechos del hombre, aquí, quien suscribe, no tendría reparos en reconocer sus méritos.»

Oscar Cerezal cree que Obama no va a defraudar: «solo defraudará a quienes desde un muy forzado imaginario idealizante, quisiera ver en este, un programa transformador e izquierdista. ¿Va a ser Obama un presidente de izquierdas? Pues no. Obama va a ser el presidente de los Estados Unidos, es decir de la primera potencia mundial. Por tanto va a defender los intereses de su país, frente a cualquier otra cuestión. Y lo va a hacer, desde su perspectiva de político que ha sido elegido con un programa socioeconómico de tendencia liberal y progresista, es verdad, pero desde unas posiciones moderadas y centristas, como no puede ser de otro modo, en los Estados Unidos.»

Juan Enrique Tur, de Testigo accidental se muestra crítico con el nuevo presidente de EEUU por su pasividad hacia lo sucedido en Gaza: «Un comienzo, no solo malo, sino terrible, que Obama podría enmendar hoy si en su discurso, el del «cambio», condenara abiertamente los hechos* y asegurara que el país que él gobierne no va a fomentar ni amparar el terror en ninguna de sus formas, ni a violar los tratados de derecho internacional. Pero como estupendo orador que dicen que es, seguramente hable de los trabajadores, de Dios, las barras y las estrellas.»

Paco Piniella en su blog Desde Cadiz habla de las oportunidades y tareas pendientes: «nuestra lucha por conseguir un cambio real, más allá de las palabras de inspiración, está recién comenzando. Los movimientos sociales se van construyendo en torno a momentos. Y nuestro movimiento por un mundo mejor tiene cosas que celebrar con la elección de Obama. ?l se ha comprometido a darle un giro a las políticas del Presidente Bush sobre cambio climático y derechos humanos, y a trabajar de cerca con la comunidad global para luchar contra la pobreza y la desigualdad. Nada de esto será posible sin una participación global ciudadana, activa y sostenida.»

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