La radiotelevisión pública belga se fija en como «un pequeño pueblo a unos cien kilómetros de Madrid se acaba de enterar de que pronto acogerán un sitio para el almacenamiento de residuos nucleares. Y al contrario de lo que uno podría imaginar, en el único bar en Villar de Cañas, gritos de alegría han saludado la decisión del nuevo gobierno de Mariano Rajoy.»

Villar de Cañas
(Foto: Flickr/Miguelleica)

La RTBF destaca que heredar el cementerio nuclear es «para la mayoría de la gente en Villar de Cañas, en Castilla La Mancha, una ganga. La construcción del lugar de almacenamiento nuclear creará al menos 300 puestos de trabajo en esta ciudad en declive, marcada por el alto desempleo. No es seguro que los cerca de 500 aldeanos se den cuenta de que residuos altamente tóxicos se van a almacenar a dos pasos de sus casas, pero están contentos de saber que los jóvenes ya no tienen que salir del pueblo a la ciudad para encontrar un trabajo. Y todos los expertos les han asegurado que el depósito no presenta ningun  riesgo.»

«Villar de Cañas no fue el único candidato para albergar el sitio, otros 13 municipios, atraídos por la creación de empleo y otras promesas de subsidios, también habían expresado su interés. Ocho fueron seleccionados. En enero de 2010 el Ministerio de Industria había hecho un llamamiento para hospedar un sitio de almacenamiento nuclear. Hay que decir que la capacidad de almacenamiento en España está cerca de su límite.»

Y apuntan: «La solución no gusta a todo el mundo. La construcción del futuro cementerio nuclear, como lo llaman sus detractores, va a costar 700 millones de euro. La organización ecologista Greenpeace denuncia «el derroche económico y un riesgo innecesario.» Los residentes en la zona afectada asociados en la plataforma contra la energía nuclear en Cuenca agregan que el pueblo de Villar de Cañas se encuentra en un zona de peligro sísmico. Una cuestión que suscita un acalorado debate en un país que apuesta por las energías renovables y salir de la nuclear.»

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