UNICEF y la especialista en psicología adolescente Lisa Damour ofrecen siete claves dirigidas a adultos que convivan con adolescentes para cuidar su salud mental.

Adolescentes pixabay Reconocer que la ansiedad es completamente normal. Se les debe explicar que es totalmente comprensible que los cierres de escuelas e institutos y los titulares alarmantes les angustien. Y, recordarles que se informen a través de fuentes fiables y comprueben cualquier dato que reciban por redes sociales. También, decirles que, si les preocupa estar experimentando síntomas de la enfermedad, es importante que lo digan cuanto antes, sin alarmarles.

Crear distracciones. Damour sugiere que los adolescentes vean sus películas favoritas después de hacer los deberes y se vayan a la cama con una novela para desconectar de las preocupaciones del día.

Encontrar nuevas formas de conectar con los amigos. Es importante que los adolescentes pasen tiempo con sus amigos a pesar del distanciamiento social, y para ello pueden ser útil las redes sociales. «Pero no es buena idea que tengan acceso sin restricciones a las pantallas y las redes sociales. Eso no sería saludable, ni inteligente y podría amplificar su ansiedad», recuerda la psicóloga, que recomienda que pongamos un horario de conexiones para nuestros hijos adolescentes.

Concentrarse en sí mismos, animándoles a aprender cosas nuevas como tocar un instrumento o empezar a escribir. El hecho de que encuentren formas de usar su nuevo tiempo libre es una forma productiva de cuidar su salud mental.

Expresar los sentimientos. «Permitámosles estar tristes para que luego se empiecen a sentir mejor», recomienda la especialista. Eso sí, recuerda que cada uno procesara sus sentimientos de forma diferente: «Algunos niños van a centrarse en leer, dibujar, escuchar música… otros querrán hablar con sus amigos y compartir su tristeza».

Ser amable con uno mismo y con los demás. Destacan que algunos adolescentes siguen enfrentándose al ciberbullying. Según Damour, es un buen momento para tener charlas con nuestros hijos e hijas y animarles a que, si sufren acoso o si lo presencian, hablen con algún adulto para encontrar ayuda y apoyo. Así como explicarles que necesitamos ser cuidadosos con lo que compartimos o decimos que pueda herir a otras personas.

Controlar nuestro propio comportamiento como adultos. Lisa Damour pide «a los padres que hagan lo que puedan para manejar su ansiedad y que no compartan demasiado sus miedos con sus hijos». Porque, recuerda, «los adolescentes confían en sus padres para que les den sensación de seguridad».

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