La tragedia sucedida al aplacar las autoridades chinas la revuelta estudiantil en la céntrica plaza de Tiananmen en Pekín hace justo ahora 20 años tuvo una enorme trascendencia. Y en gran parte se debió a una imagen: la de un anónimo ciudadano chino que se puso delante de los tanques. La escena tuvo en realidad lugar a la mañana siguiente a la matanza, pero la foto se convirtió en el símbolo de la resistencia del individuo y de la desobediencia civil.

Hay imágenes de televisión del momento, pero sobre todo fue captado por tres fotógrafos. Ahora acaban de revelar los detalles de cómo lograron primero la instantánea y luego burlar a las autoridades chinas para poder publicarla.

 

La foto del hombre frente al tanque en Tiananmen
(Foto: Flickr/Eclectico)

«El hombre solitario me va a fastidiar la composición de la foto», pensó Jeff Widener, fotógrafo de Associated Press y que junto Charlie Cole, de Newsweek y Stuart Franklin de Magnum y Life se encontraba el 5 de junio de 1989 en los balcones del Hotel Beijing, junto a la plaza de Tiananmen. Widener sólo disparó tres veces su cámara y recuerda que tuvo  problemas con la velocidad de obturación y la sensibilidad de la película, por eso considera casi «un milagro» que la imagen se vea nítida.

También cuenta que pudo tomar la instantánea gracias a Kurt o Kirt, un estudiante americano que le dejó usar su habitación, en la sexta planta, y que además escondió luego el carrete en su ropa interior para burlar a la policia y conseguir llevarlo a la sede de AP. «No he vuelto a saber nada de él. Me gustaría agradecer lo que hizo, porque sin su valiente ayuda el mundo nunca habría visto la foto».

En otra habitación del hotel se encontraban Stuart Franklin y Charlie Cole. Este último, que recibió el World Press Photo Award por su imagen, recuerda que ambos vieron como un hombre con una chaqueta y una bolsa se enfrentaba en solitario a la columna de tanques que descendía por la avenida Changan. Los dos reporteros empezaron a disparar sus cámaras hombro con hombro convencidos de que en breve acabaría muerto.

«Tomé la foto con una Nikon y una lente de 300 milímetros desde un balcón a unos 200 metros de la escena» explicó Cole. La noche anterior el fotógrafo había sido asaltado y agredido por la policía china que le requisó el material captado de la represión contra los estudiantes. Por eso al poco de tomar las imágenes del hombre frente al tanque, escondió el carrete en la cisterna del vater. Y pese al registro de su habitación, logró sacar la foto y enviarla a su redacción.

La identidad y el destino del hombre que se puso frente a los tanques sigue sin conocerse a ciencia cierta. Algunos le han identificado como Wang Weilin, un estudiante de 19 años, pero no hay confirmación oficial. Tampoco se sabe qué fue de él. Los fotógrafos testigos de la escena han revelado que agentes de la Oficina de la Seguridad Pública se lo llevaron detenido alli mismo. Después su pista se pierde.

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ACTUALIZACI?N

El blog de fotoperiodismo del New York Times, Lens habla de un cuarto reportero gráfico que captó la escena del hombre del tanque. Arthur Tsang Hin Wah que trabajaba para Reuters tomó su instantánea desde el Hotel Beijing pero un poco antes que sus compañeros. Por eso en su imagen los tanques aún no han parado. Su foto es menos conocida entre otros motivos porque los responsables de la agencia distribuyeron primero otra en la que el hombre se subía al tanque y tardaron más de 12 horas en dar la que ahora le ha dado fama.

También existe una imagen tomada desde un ángulo completamente diferente a pie de calle y en la que se ve los tanques bajar por la avenida y al hombre empezando a cruzar y preparándose para enfrentarse a ellos. La tomó Terry Jones y durante 20 años la guardó pensando que «ya había pasado su momento». Ahora sin embargo la ha recuperado.

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