El movimiento humano se puede transformar en electricidad. Es uno de los últimos descubrimientos de la I+D de energías renovables, pero en la ciudad holandesa de Rotterdam lo han llevado un paso más allá y, segun cuenta Soitu, han creado una discoteca sostenible. Es decir que mezclando entretenimiento y ecología, aprovecharán el baile de los clientes para producir su propia energía.  

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El invento se llama ‘Sustainable Dance Club’ (SDC)  y la primera discoteca de prueba, Watt-Rotterdam, se inaugurará el proximo mes de septiembre. El secreto está en la pista que ha sido diseñado con «materiales inteligentes» capaces de  transformar el movimiento en energía. Unos 65 cm2 de pista producirían entre 5 y 10 vatios, dependiendo de la gente que estuviera bailando  y su coste rondaría los 3.500 euros.

En Africa, una ONG está desarrollando un proyecto basado en el mismo principio: aprovechar el movimiento humano para generar energía. Solo que en el caso de Playpump, se trata de bombas de agua que funcionan con el movimiento de una noria en la que juegan niños.

El proyecto de SDC no se limita solo al suelo de las discotecas, sino que es integral por eso incluye otros asepectos como paredes que cambian de color por el calor, botellas recicladas para cubrir las paredes, aprovechamiento del agua de lluvia y placas solares y turbinas en la azotea.

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