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El Gran Wyoming, convertido en una estrella de la red y la televisión, envía ahora un mensaje dirigido a los Internautas: «Hay que contrastar! -dice Wyoming- No os creais todo lo que sale por Internet! Creed solo en mi, ese gran profeta universal», -ironiza el humorista.

En el mismo, Wyoming reflexiona sobre las críticas que ha recibido la iniciativa de su programa, incluso desde la Asociación de la Prensa de Madrid: «Me parece un disparate, es como si incluyeran ahí a los Simpson». «Yo no soy periodista, ni ganas»

Wyoming también alerta de los riesgos de creerse todo lo que sale en Internet: «Hay un iceberg en la información. Lo que se ve es 1/8 pero luego hay sumergida una cantidad de mierda y de basura». En una entrevista publicada en la página web de El Intermedio, Wyoming aborda también las desmedidas críticas recibidas tras la broma: «Lo que pasa es que «vivimos en un país en el que todavía al señorito se le tiene mucho respeto. El síndrome del latifundio ha hecho mucho daño». [Pulsa aquí para ver el vídeomensaje]

El fake

La pasada semana el programa El Intermedio, envió, via email anónimo, al canal conservador Intereconomía, un vídeo aparentemente rodado con un teléfono móvil en el que el humorista increpaba a una becaria. El programa Más se perdió en Cuba de Intereconomía lo emitió -decorándolo con descalificaciones de diversa índole- sin ni siquiera contactar con el afectado. Según afirmó posteriormente el presentador Xavier Horcajo al tener a Wyoming «por un delincuente», no tenían por qué hacerlo. El vídeo resultó ser un fake, una broma muy bien elaborada del programa de Wyoming destinada a demostrar los escasos controles informativos que aplican algunos medios de comunicación. Se la colaron.

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La broma completa

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  1. Difícilmente puede la actitud de El Gran Wyoming denigrar al periodismo, fundamentalmente porque tan singular personaje no es periodista. Es, entre otras cosas, médico y trampero (de Connecticut, of course).
    Lo que denigra al periodismo es que una sentencia judicial condene a los informativos de una televisión pública por manipulación.
    Lo que denigra al periodismo es que esa misma televisión trate de confundir emitiendo una película para relacionar a ETA con el atentado del 11-M.
    Lo que denigra al periodismo es que otra televisión pública programe reportajes que han quedado «muy bien ideológicamente».
    Lo que denigra al periodismo es utilizar los medios de esa otra televisión para represaliar a los representantes sindicales de unos trabajadores.
    Lo que denigra al periodismo es afirmar que Fernando G. Delgado ha llamado al Partido Popular «herederos de los asesinos de Lorca».
    Lo que denigra al periodismo es asegurar que la Cadena SER promueve el ataque a las sedes del Partido Popular.
    Lo que denigra al periodismo es destituir al director de un informativo por no mostrarse servil en una entrevista a Esperanza Aguirre.
    Lo que denigra al periodismo es inventar teorías sobre el ácido bórico y la Orquesta Mondragón.
    Lo que denigra al periodismo es premiar a quien inventa esas teorías.
    Lo que denigra al periodismo es Está pasando, de Telecinco.
    Lo que denigra al periodismo es acusar a Mediapro de recibir «dinero de Cataluña», como si eso fuera un delito.
    Lo que denigraría al periodismo, en el hipotético caso de que alguien lo hubiera hecho, sería inducir al robo de un Goya para sacar una portada.
    Lo que denigra al periodismo es difundir por TV e internet una grabación, obtenida por medios poco ortodoxos, que afecta a la intimidad de varias personas.
    Lo que denigra al periodismo es que esa grabación resulte falsa y no haberse molestado en comprobarlo.