Un estudiante de 21 años, llamado Miquel Rubio ha demostrado este verano la fuerza que pueden llegar a tener las campañas de presión y reivindicación lanzadas desde la red. Fue el impulsor de la iniciativa popular en la plataforma Change.org que apoyaron más de 53.000 personas y tras la cual Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, FGC, retiró la aplicación para teléfonos móviles que alentaba a denunciar mendigos en los trenes.

FGC lanzó el pasado 26 de julio una aplicación móvil pensada principalmente para informar sobre horarios de tren. Pero entre sus utilidades también se incluyó un apartado para que los usuarios alertasen a los responsables de los ferrocariles de «comportamientos incívicos». Y entre estos mencionaban específicamente la mendicidad o la música ambulante. La aplicación incluso permitía especificar el «tipo de mendigo» al que se denunciaba.

Miquel Rubio, natural de Sagunto (Valencia) y que estudia Educación Social en la Universidad Oberta de Catalunya, descubrió junto con un grupo de compañeros estas posibilidades en la app de FGC. Y decidió denunciarlo lanzando una campaña de protesta. En una entrevista en el programa No es un día cualquiera de RNE, explica que «le pareció indignante que una administración pública equiparara actos incívicos con pobreza o música en directo».

La denuncia de Rubio y la campaña en la red se lanzaron el 6 de agosto y lograron en un inmenso eco, especialmente vía Twitter y otras redes sociales. En menos de una semana más de 9.000 personas se habian adherido y la cifra fue creciendo exponencialmente. Tanto que el Síndic de Greuges de Cataluña (Defensor del Pueblo), se tuvo que poner en contacto con Rubio. El funcionamiento de la petición hacía que por cada firma nueva, un correo se enviara a este organismo para notificarles la queja… saturando los servidores del Sindic.

Y el pasado 27 de agosto, una veintena de días después de lanzar la campaña y cuando había recogido 53.765 firmas, FGC dió marcha atrás y retiró su aplicación. Su portavoz aseguró que lo hacía «para mejorar la herramienta», negando que la causa fuera la presión popular. Pero la aplicación para delatar mendigos en los trenes y la campaña on line tuvieron un gran impacto en los medios nacionales e incluso en medios extranjeros.

Tras conocerse la retirada, Miquel Rubio expresó en su blog su alegría por la noticia, aunque considera que es necesario continuar con la lucha: «FGC todavía continúa dando opción a denunciarnos entre iguales? y cómo continúan anunciando ellos, de forma anónima. Sin embargo, pienso que nuestra sociedad no está destinada a hacer este tipo de actuaciones, delatarnos unos a otros, sacarnos los ojos de esta forma». Por eso ha lanzado otra petición para pedir que se elimine toda posibilidad de delación en la app. De momento ya ha logrado el apoyo de unas 5.000 personas.

Un tren de FGC
(Foto: Flickr/JTCursesV)

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