Baltasar Garzón
(Foto: Flickr/Iasecas)

Desde que hace una semana se supo que el Tribunal Supremo admitía a trámite las querellas por prevaricación contra el Juez Baltasar Garzón abriendo la puerta a su posible inhabilitación, muchas voces han salido en su apoyo.

El diario norteamericano Los Angeles Times ha publicado un editorial en defensa de Garzón. En el texto declaran su admiración por el juez y su persecución  de «criminales sin importar la ideología o enfoque político». Y se muestran preocupados por «la politización del sistema legal español con este caso y la precipitación con la que se están sucediendo las cosas».

«Esperamos sinceramente que los juzgados españoles pongan a un lado las animosidades personales y las ‘vendettas’ políticas, y que los enemigos de Garzón no usen este caso para tirar abajo a un juez que no les gusta. Se le quiera o se le odie, merece un juicio justo. Y la España democrática merece un poder judicial distinguido», termina el artículo.

Un grupo de juristas españoles ha pedido a la ONU que se implique en la defensa de Garzón. Encabezados por el catedrático de Derecho Penal de la Universitat de Girona (UdG) Hernán Hormazábal han presentado una denuncia ante la Relatora de Naciones Unidas sobre la independencia de magistrados y abogados. Denuncian que la causa contra Garzón «constituye una grave vulneración de su independencia» y hablan de maniobra política.

Los funcionarios del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, el de Garzón,  han hecho público un manifiesto en apoyo al juez donde dicen no entender la «crítica permanente» que sufre. Las dos secretarias judiciales y los 29 funcionarios del juzgado, aseguran que desde su posición privilegiada viendo el proceder día a día de Garzón, se les hace «harto difícil entender que sus decisiones y órdenes puedan ser consideradas a sabiendas injustas y, por tanto, constitutivas de una conducta prevaricadora».

Amnistía Internacional también ha salido en defensa de Garzón y de su investigación. Y consideran esta situación «paradójica» e «inédita a nivel mundial». Si el juez tuviera que sentarse en el banquillo y abandonar su puesto «sintetizaría el extremo desprecio a los derechos de las víctimas».

Un grupo de artistas e intelectuales entre los que están José Saramago, Ernesto  Sábato, Pilar Bardem, Cristina Almeida, Manuel Rivas, Ian Gibson o Suso del Toro también lanzaron un manifiesto en apoyo a la actuación del juez cuando se conoció su posible inhabilitación. En el lamentan «el desproporcionado ataque» a su labor desde diferentes ámbitos.

El escritor Juan Gelman ha publicado un artículo en el que asegura: «No, no se entiende. Fuera de España no se entiende qué está pasando en España con el juez Baltasar Garzón. ¿A proceso por su intento de juzgar crímenes de lesa humanidad? ¿Lo castigan por su desvelamiento de la oscura trama de corrupción tejida por personalidades de un partido político? ¿Se judicializa la política española? ¿Se politiza la justicia española?»

Jueces por la Democracia y la Unión Progresistas de Fiscales consideran que este proceso supone ??criminalizar la discrepanacia jurídica?. Para el ex fiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo ??la extrema derecha española ha conseguido poner a su servicio a una parte de la magistratura? movidos por el ??recelo, de envidia, de venganza?. Y Juan Antonio Martín Pallín, Juez del Tribunal Supremo, ha asegurado que la admisión a trámite de las querellas por prevaricación contra Garzón puede responder «a la existencia de un espíritu de revancha«.

Desde Internet, Baltasar Garzón también ha recibido numerosos apoyos y se han lanzado iniciativas y manifiestos en su favor.

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