Un articulo de David Gardner en el prestigioso diario británico sostiene que el gobierno podría estar escudándose en los graves problemas económicos de España para recentralicar el Estado y limitar el peso de las autonomías. El texto sostiene que el PP «detesta ideológicamente» el sistema descentralizado pero advierte que de ser mal conducida, el enfrentamiento podría «minar el acuerdo constitucional» post franquismo.

El Financial Times apunta: «Las tensiones entre unas regiones endeudadas dedicadas a defender su independencia y un gobierno central que quiere que el poder regrese al centro se han agravado por la crisis del euro. Parece como si el gobierno español, atrapado en el fuego cruzado en la línea del frente de la batalla por el euro, estuviese abriendo un segundo frente al emplear la crisis como justificación y cobertura política para hacer retroceder un sistema muy descentralizado de gobiernos regionales que el Partido Popular en el poder detesta ideológicamente.»

Explican que: «El PP de centro derecha, que accedió al poder en noviembre, no sólo quiere reducir el Estado, sino también recentralizarlo. El gobierno de Mariano Rajoy ha estado lanzando insinuaciones y su peso sobre los gobiernos regionales, varios de los cuales necesitan la ayuda de Madrid para pagar su personal y refinanciar sus deudas.»

Y el diario resalta: «Hay mucho en juego. El enfrentamiento en fermentación entre el centro y las 17 regiones es algo más que una intriga secundaria en el más amplio drama del euro. De ser mal conducido, podría minar el acuerdo constitucional que sacó a España de la dictadura de Francisco Franco para convertirla en una vibrante democracia y cebar las demandas catalana y vasca de independencia que se suponía que las transferencias de poderes iban a prevenir… Si bien nadie discute que existen solapamientos y duplicaciones costosas en el modelo de descentralización, el gobierno no da señales de diferenciar por la calidad del gasto. Todos los partidos son culpables de clientelismo, pero el PP más que la mayoría».

[Leer el artículo completo en el Financial Times (pago)]

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