Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Ayer criticábamos a Zapatero por haber vivido lejos de la ciudadanía este periodo de frenazo económico y por haber minimizado la importancia de los datos que nos iban llegando. Los españoles, que estaban padeciendo los primeros impactos, veían al presidente lejano, distante, incluso displicente. Dijimos que su gestión de esta crisis estaba siendo equivocada.

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Y hoy lo hemos confirmado tras escucharle en el Congreso. ¿Por qué ha tenido que ir al Parlamento a empujones, a regañadientes, exigido por los demás partidos de forma reiterada?. ¿Por qué no eligió liderar todo el proceso?. Hoy hemos visto que tenía argumentos. El poderío de nuestra economía, a pesar de los desequilibrios, la solidez de algunas de nuestras líneas de contención, la actividad desplegada. No lo hizo. Cortó las uñas a los malos datos que se acercaban antes de las elecciones, por falta de convicción argumental. Y su intervención, esta tarde, por no haber sido suya la iniciativa, ha perdido poder persuasivo, devaluada como lo son siempre las respuestas defensivas. ¿Qué extraño temor, qué pereza o qué insensibilidad sujeta a los presidentes en su torreón?. ¿Incluso cuando sería claramente un buen negocio dar el primer paso?. El debate de hoy no alivia las actuales dificultades, ni las empeora. La ola de las complicaciones económicas es enorme y los gobiernos apenan tienen unas cuantos cubos para achicar agua. Esté en la Moncloa Zapatero, Rajoy, o el mago Merlín. Ningún mandatario europeo ha dado receta alguna digna de consideración. Por eso ha sido menos comprensible el juego a la contra del Gobierno. Hubiera debido imitar a «Cuatro» en la Eurocopa, y dar un paso adelante, al encuentro de las dificultades, con arrojo, y llamar a los españoles a pasar juntos el trance, proclamando que «podemos».

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