El semanario británico aboga desde uno de sus blogs por una remodelación del idioma diplomático de trabajo en Naciones Unidas. Consideran que el uso de francés hoy en día es anacrónico y que «el único reemplazo lógico» es el español: «La ONU debería recompensar la mayor influencia económica y social del habla hispana, además de su descomunal compromiso con el sistema internacional».

Sede de la ONU en Nueva York
(Foto: Flickr/Ashitakka)

The Economist apunta: «La ONU tiene seis idiomas oficiales y solo dos de trabajo. Pero a pesar de su historia, la preferencia de hoy hacia el francés es anacrónica. Con 74 millones de hablantes nativos, el francés es un idioma mucho más pequeño que el hindi, portugués y japonés. Y el español y el árabe tienen mayor extension geográfica y también son numéricamente grandes. Los países de habla española, a diferencia de muchos de los que hablan árabe, son entusiastas participantes en los organismos internacionales. Un contacto en la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, me dijo hace poco que el español es más común que el francés allí, pese a estar en Ginebra.»

Y añade: «El francés ya no es representativo de la comunidad internacional. Si el presupuesto de la ONU se está apretando, la elección de los idiomas de trabajo debe ser más eficiente. De las lenguas oficiales, árabe, mandarín, ruso no tienen sentido como sucesores francés. Los países de lengua árabe son relativamente apáticos participantes en los asuntos mundiales, El español es el único reemplazo lógico. Tiene sentido no sólo en comparación con el árabe, mandarín y ruso, sino también por sí mismo. La ONU debe recompensar la mayor influencia económica y social de habla hispana -además de su descomunal compromiso con el sistema internacional- con un asiento más grande en la tabla de idiomas.»

Aunque el texto señala: «Mientras Ginebra sea sede de algunos de los órganos más importantes de la ONU, es probable que el francés no vaya a ninguna parte. Pero las conversaciones sobre la distribución más justa de idiomas ya se están produciendo en la ONU, aunque sobre todo en privado. Los datos demográficos sobre el crecimiento del español muestran que el asunto no hará más que aumentar en urgencia con el tiempo. Como muchas instituciones internacionales van madurando a pesar de la limitación de presupuestos y recursos, la ONU ya va con retraso para una remodelación de idiomas.»

[Leer el artículo completo en The Economist]

The Economist es un semanario británico que se publica desde 1843 y considerado un referente en el  análisis de las relaciones internacionales y la economía. Su opinión influye en la imagen exterior de los países, en los inversores internacionales y marca la agenda de otros medios de comunicación. Pertenece  en un 50% al grupo Pearson -que también edita el Financial Times- mientras que el resto está en manos de accionistas independientes -incluyendo a miembros del staff- y la familia Rothschild. Su linea editorial es neoliberal tanto a nivel económico -a favor del libre mercado, la globalización y la libre inmigración- como en temas sociales -han apoyado el matrimonio gay, la legalización de las drogas o el control de armas-. Y politicamente han respaldado tanto a candidatos conservadores como de izquierdas. Sus artículos no van firmados. Su circulación en 2012 ha sido de 1.574.803 ejemplares.   

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