Internet está contribuyendo ha relanzar el debate de si es realmente positivo que los niños se lleven deberes a casa tras el colegio. En EEUU, Sara Bennett, una de las autoras del libro «The case against homework» («El caso contra los deberes») prosigue su lucha desde un blog. Alli recopila opiniones y noticias a favor de limitar el trabajo que se da los niños fuera del horario infantil, algo que en Norteamerica se ha visto incrementado tras la aprobación de la ley de educacion «No child left behind» (Ningun niño debe quedar atras).

La campaña tiene dos vertientes. Por un lado las dudas científicas sobre la utilidad de los deberes. Parece que en niños pequeños no se ha conseguido demostrar que mejore el aprendizaje mientras que en los de más edad, sí que puede ser un instrumento positivo, pero generalmente los beneficios se pierden por la acumulacion de tareas. Además, quienes estan en contra de los deberes escolares razonan que estos quitan tiempo a los niños para hacer otras actividades, deportes, juegos y también para estar con la familia y los amigos. 

Otro educadores de EEUU, como el profesor Alfie Kohn, también son contrarios a las tareas después de clase. En su libro «El mito de los deberes«, Kohn explica ningún estudio ha descubierto beneficio académico en el asignar tareas antes de que los niños lleguen a la enseñanza media. «El hecho de que los estudiantes que obtienen notas altas en los exámenes hagan muchos deberes no prueba que obtengan esas calificaciones por ello». Y afirma que la investigación desacredita ideas como que los tareas escolares promueven la independencia, la responsabilidad, la autodisciplina y hábitos de estudio 

En España, en varios sitios se puede encontrar reflexiones sobre si se trata de un instrumento de castigo o un incentivo, y varios padres se muestran en contra. Aunque también hay a educadores que defienden los deberes como una oportunidad para mejorar el aprendizaje en clase.

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